Un dia como cualquiera

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Me levante muy temprano, gracias a los gritos desesperados de mi madre, me levante de un salto mientras mi madre gritaba desde el piso de abajo
-Ariadna!, Date prisa!- me molesta que me llame de esa forma, pero ¿que podía esperar? Mi madre estaba muy anciosa, ya que hoy es el día de mi graduación, tras años de estudiar y clases sin parar, por fin iba a graduarme, mis planes para ir a la Universidad estaban bien propuestos, iría a la Universidad mas prestigiosa de la Ciudad de California, la UNC.
Me metí a la regadera, el agua estaba tibia, mientras el agua se deslizaba por mi cuerpo, escuchaba cada 2 minutos a mi madre gritando, -Ariadna Pemberton, ¿quieres que lleguemos tarde al dia mas importante de tu vida?- Mi madre es algo insoportable, siempre la oigo decir:
-Ariadna ¿ya hiciste tu tarea?- Ariadna, No te duermas tan tarde- Ariadna ¿ya estudiaste?- es horrible, pero es mi madre, y solo quiere lo mejor para mi.
Salgo de la ducha, y mi madre sigue gritando, es desesperante, pero la ignoro mientras elijo que vestido ponerme, mis vestidos estan ligeramente colgados en un armario gigantesco, elijo uno color Azul Marino con mangas que me llegan al codo, me dispongo a ponermeló, enfocada en mis pensamientos, no oigo ni me percato de que mi mama entra a mi habitación gritando- Ariadna ¿acaso estas sorda? Te he gritado miles de veces, ¿es que acaso quieres llegar tarde a tu graduación? ¿acaso quieres hacerme enojar?- sus palabras hacen que me desespere pero no quiero gritarle por que mi padre esta abajo esperando.
-No te quedes sin decir nada, ¿quieres arruinar esto a propósito?.
-No madre, no te he escuchado, por que me he metido a la ducha y he cerrado la puerta- digo mintiendo, para evitar su sermón.
-Esta bien, date prisa o llegaremos tarde, tu padre nos espera abajo.
-Si Madre, ahora bajo.
Sale de la habitación, y estoy muy enojada, no quiero arruinar mi "gran día", pero se empeña en que yo me sienta culpable
Conecto mi enchinadora, y me recojo el pelo en pequeñas secciones, enrollo una sección de cabello en la enchinadora y suelto después de unos segundos.
Mi cabello esta perfectamente rizado cuando mi padre toca la puerta; me dispongo a abrirla y el me dice -hola cariño, ¿estas lista? Tu madre esta un poco... Desesperada- dice mientras suelta una risa, yo me río igual y asiento, tomo mi bolso me apresuro a bajar, mi madre esta dando vueltas en la sala, parece un poco alterada, cuando me ve bajar me dice:
-vaya!, ya era hora, ¿piensas hacer otra cosa para retrasarnos mas?
Pongo los ojos en blanco, quiero gritarle y decirle que deje de criticarme, volteo a ver a mi padre, quien con las manos hace unas señas que aparentan decirme que debo calmarme, veo a mi mama y solo le digo -Eh, no, no madre, ya estoy lista.
Salimos de la casa, y vemos que un camión de mudanzas esta descargando muebles en la casa de al lado, mi madre solo voltea, hace una mueca de molestia, y se predispone a decirle mi padre en voz baja -Genial, mas vecinos, es increible que dejen que este tipo de personas se muden a este vecindario.- mi padre solo se limita a decir; - oh vamos Lindsay, no es tan malo como parece, tal vez son buenas personas.
No se cual es la molestia de mi madre por tener vecinos nuevos, se ven amigables, pensado esto digo -estoy de acuerdo con papá, parecen buenas personas, además, no es tan malo como parece madre-, mi madre se molesta y solo se limita a subir al coche.
En el trayecto mi padre me pregunta si estoy nerviosa

El Chico De Al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora