El chico de mi sueño

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Allí estaba yo, otra vez en ese lugar extraño.

Era un bosque, pero no uno normal. Había algo especial en él, algo mágico. No sé bien cómo describirlo, pero todo parecía sacado de un cuento.

Los árboles tenían hojas de un verde brillante, que se movían aunque no hubiera viento. El césped bajo mis pies descalzos era tan suave que parecía real, aunque sabía que estaba soñando.

Un poco más adelante había un lago. No era ni grande ni pequeño, pero tenía algo que llamaba mi atención. Alrededor, flores de colores brillantes adornaban el agua. Siempre quería acercarme, pero por alguna razón nunca podía llegar. Algo me detenía, como si mi propio sueño no me dejara avanzar.

El cielo siempre era de un color naranja, mezclado con rosa y violeta. No sabía si era de día o de noche, solo que siempre se veía así.

Y luego, siempre estaba él.

Detrás de mí, como si estuviera esperando. Un chico con cabello rubio hasta los hombros y ojos oscuros que parecían mirar al vacío. Se quedaba quieto, sin moverse, como una estatua que respiraba y parpadeaba.

Siempre trataba de hablarle, de que me mirara, pero nunca funcionaba. Seguía igual, perdido en algo que yo no podía ver.

¿Por qué soñaba con él? ¿Quién era? ¿Podría existir de verdad o era solo algo de mi mente?

Tenía tantas preguntas, pero ninguna respuesta. Y eso me frustraba cada vez más.

Desperté.

Otra vez ese sueño.

Suspiré mientras miraba mi celular. Era viernes, así que me levanté para prepararme y salir al trabajo.

Me bañé y me arreglé, pero incluso mientras caminaba hacia mi destino, no podía dejar de pensar en ese extraño sueño.

Cuando estaba a punto de llegar, alguien me detuvo.

-¡Takemichi, hola! -Me giré y vi a Chifuyu, mi mejor amigo. -¿Adónde crees que vas? Sabes que hoy es jornada, ¿no? -dijo con una sonrisa burlona.

Me miró divertido, disfrutando de mi confusión. ¡Era cierto! Hoy no había que ir a trabajar.

Me di un pequeño golpe en la frente y solté una risa cansada. No podía creer que lo hubiera olvidado. Definitivamente, el sueño me tenía distraído.

-Amigo, ¿qué te tiene tan perdido? -preguntó Chifuyu, dándome golpecitos en el brazo y sonriendo de manera traviesa.

-No es nada, Chifuyu -respondí, fingiendo estar molesto mientras me frotaba el brazo.

Pero al pensarlo bien, tal vez él podía ayudarme a descubrir qué significaba todo esto.

-Chifuyu, necesito tu ayuda -dije, agarrando su brazo antes de que pudiera protestar y llevándolo a una cafetería. Al menos hoy no había trabajo, lo que me daba tiempo para concentrarme en ese sueño y tratar de entenderlo.

Pedimos unos postres para el desayuno junto con un par de cafés. Era temprano, y algo dulce era justo lo que necesitaba para empezar el día.

-Muy bien, ¿qué necesitas? -preguntó Chifuyu, sonriendo mientras nos acomodábamos en una de las mesas.

-He estado teniendo un sueño... pero no un sueño cualquiera. Es siempre el mismo. Cada vez veo el mismo lugar y... a la misma persona -empecé a explicar, tratando de que no sonara tan extraño como en mi cabeza.

¿Sᴜᴇɴ̃ᴏ ᴏ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora