Los padres de Joe se sorprendieron al verme, pero no dijeron nada. Cuando desperté, hablaron conmigo para que le pudieran hablar a mis padres. Yo me encontraba reacio a querer regresar con ellos, pero no tenía otra opción. Hable con mis padres y logré escuchar un ligero tono de preocupación en la voz de mamá. Me dijeron que podía quedarme todo el fin de semana y que el domingo por la noche irían por mí. Colgué sin despedirme de ellos y regresé a la habitación de mi amigo. Este me ofreció su baño y ropa limpia. Pero a pesar de haberme tallado fuertemente y dormido con Joe, mi cuerpo seguía impregnado de él. Llegué a tallar mi piel tan fuerte que se puso roja y quedaron marcas. Joe me observaba preocupado pero no se atrevía a preguntar nada. Él sabía que yo le contaría todo cuando estuviera listo. Y ese momento llegó en la noche.
–Joe... – El aludido apartó la mirada del televisor y la posó en mí. Siempre que estábamos juntos ponía sus ojos como cuando se convertía en animal. A mí me gustaba mucho como se veía y él decía que se sentía más cómodo, ya que cuando tenía la vista humana no podía ver bien.
–¿Si? – Yo estaba sentado a un lado de su cama, en el suelo y tratando de leer un cómic que me había prestado. Dudé un momento en que decir y baje la mirada.
–Ayer en la noche... – Guarde silencio y Joe bajó el volumen de la televisión. Se acercó a mí y me escuchó atento. – Hui de casa. Fue por lo que te había contado...
–Si. Sobre que te tenías que casar con el primogénito de los pardo, ¿no?
–Si y....hui pero él me encontró y me detuvo. – Joe me miró sin entender muy bien a quien me refería.
–¿El primogénito? – Asentí levemente. – Pero ellos no pueden entrar en su territorio, ¿no?
No pueden, pero yo ya estaba lejos de mi territorio y el aprovecho para.... – Mi garganta se secó y pestañee varias veces para evitar que las lágrimas salieran. Las pupilas de mi amigo se hicieran más delgadas de lo normal y sentí un calor excesivo rodeando su cuerpo.
–¿Te violó?
–¡NO! – Exclamé horrorizado. Joe se relajó un poco y me miró inquisitivo. – Él...me marcó. – Un pesado silencio se hizo en la habitación. No dije nada más y recé para que mi amigo tuviera una idea de cómo me habían marcado. Desvíe la mirada, incapaz de verlo a la cara y el calor alrededor de Joe volvió a hacerse presente.
–Hijo de puta.
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Metamorfos
Short StoryLos lobos blanco y pardo han convivido "pacíficamente" en un mismo territorio durante años gracias a un pacto entre ellos. Cada manada tendría que casar a su primogénito para poder crear una unión entre las dos familias. Cal se ve obligado a cumplir...