Sin remitente

12 0 0
                                    

Hola, 

Se que ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vimos y tristemente ha pasado aún más desde la última vez que hablamos, he encontrado tus fotos mientras acomodaba las cosas en el armario, una que otra carta perdida entre mis libros, incluso encontré un papel con tu nombre escrito en letra cursiva con una frase detrás, entonces me puse a pensar en todo lo que pasó y todo lo que no pude decir en ese momento.

Pero primero, ¿cómo has estado? Espero que bien, las cosas han cambiado bastante desde que te fuiste, no fue todo para mal, aunque no te mentiré hay otras que preferiría no hubieran cambiado, pero bien dicen "el hubiera no existe", en fin , entre todas las cosas que vinieron a mi mente me gustó recapitular las cosas buenas que pasamos juntos.

¿Recuerdas los nervios de conocer a la familia del otro? Nunca voy a olvidar ese nudo en la garganta al ver a tu padre para pedirle permiso a pesar de que el ya lo sabía y solo sonriera, la primera vez que pudimos tener confianza para hablar más allá de solo problemas banales, cuando las peleas dejaron de solucionarse con dejar de hablar un tiempo y se volvieron una razón para hablar más y aclarar las cosas antes de volverse un problema, esas mañanas donde al despertar lo primero que veíamos era al otro aún dormido y buscábamos alguna forma especial de despertarlo, aún éramos muy chicos cuando todo eso pasó, creo que eso fue parte de lo que nos hizo madurar de una forma distinta a los demás.

No voy a negar que tuvimos nuestras diferencias fuertes, al final eso fue lo que nos llevó a alejarnos de una forma agresiva al punto de desconocernos, no tiene caso recordar esos problemas , ya ha pasado bastante tiempo, tu tienes tu vida y yo la mía, sin sonar egoísta creo que fue lo mejor, antes de terminar odiando lo que alguna vez quisimos más que nada.

Solo quiero decirte que te agradezco todo lo que pasamos, bueno y malo, porque me hiciste darme cuenta de muchas cosas con tu presencia y con tu ausencia, aprendí a valorar a las personas, tomar en cuenta cada detalle, disfrutar cada momento, saber cuando es mejor pelear y cuando simplemente dejar el problema a un lado por no tener importancia, que a veces es mejor de lo que pensamos un café en casa por las mañanas, una siesta de un par de horas por la tarde, un abrazo sincero, un beso apasionado y sobre todo gracias, no por lo que somos, si no por lo que fuimos, lo que dejaste en mi y todo lo vivido en ese tiempo.

Con mucho cariño...

Solo quiero decirte que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora