Primera página

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-Debo lucir impecable solo está noche, ¿crees que puedas hacer algo por está muggle?- Pregunto a Gianna mirándola por el reflejo de el espejo, sus ojos café claros dejan su móvil para mirarme expectante.

-¿Qué harás está noche?- intento responder pero ella ya tiene la respuesta en mente, -Por esa cara que has puesto adivino que acompañaras a tu madre a una cena- Se para de la cama y empieza a sacar unos vestidos de mi armario. -Respondiendo a tu pregunta de hace unos momentos, creo que serás irreconocible.

-¿Cuánto tardarás en cambiar mi aspecto?- Solo llevo puesto una sudadera holgada y un short fuera de eso nada más, mi cabello un desastre, ni hablar de las bolsas bajo mis ojos.

Gianna me mira con cara de: ¡¿En serio acabas de hacer esa pregunta?! Pero en ves de eso suelta un impecable, -¿Acaso no te has visto en el espejo?- Si le tendrían que dar un premio por la mejor amiga sin duda sería a ella, sin importar mi falta de carisma y tolerancia ella me ama y yo a ella. -Bueno, basta de charla, empecemos con el exorcismo.

Le doy una mirada de pocos amigos, no me deja protestar y comienza a empujarme al baño, me doy una ducha rápida al momento de salir de mi baño ya tengo formado cuatro conjuntos muy lindos y adecuados para la situación: El primero tenía una abertura en la pierna izquierda que dejaba al descubierto mis muslos y espalda, era un tono perla, largo y liso, con unos tacones de terciopelo verdes. El segundo, en cambio, tenía un escote que acentuaba generosamente mis pechos, tenía un tono rosa palo y tacones negros. El tercero era un vestido rojo, este era totalmente cerrado pero era muy corto, sus mangas largas lo hacían ver muy elegante, con unas botas de piel largas y negras.
Y por último, este vestido era negro, hacia ver mi silueta todavía más delgada, era largo y ajustado amoldandose a mi cuerpo a la perfección, con unos botines de color blanco, con plataforma alta.

Opte por la primera opción, el vestido color perla era muy elegante, Gianna comenzó a aplicarme una crema espesa por toda mi cara, puso mascarilla para pestañas, y un labial rosado. Para el peinado decidimos que sería un bollo no tan formal de un estilo vintage.

Mi gran y amorosa amiga tuvo que llevarme pese a que soy pésima manejando con tacones. Todos bajaban de sus lujosos autos parecía como si esto fuera parte de su rutina diaria, arreglarse y vestir de una forma cara y extravagante para saciar la sed de envidia frente a todos y yo apenas podía sobrevivir con estás zapatillas.

Me despido de gianna y me quedo parada en la cera mientras intento recordar que número de mesa habíamos quedado, antes de que pueda reaccionar un brazo pesado agarra mi hombro como si este fuese de trapo y me jala a la otra calle donde se encuentra el restaurant, solo veo un par de luces alejarse con rapidez y pasar frente mío, me quedo perpleja, miro al chico que acaba de salvarme la vida este solo me mira con fastidio con esos ojos azul eléctrico para desaparecer por la acera.

Tomo un respiro en vez de estar pensando en lo que sea que paso, ya dentro de este restaurant con un estilo acojedor y rústico me dedico a buscar mi mesa, no tardó tanto ya que una mujer de labios rojos y vestido negro me saluda energéticamente, sin duda mi madre no dudo en empezar una ronda antes de que yo me presentase supongo que será una noche larga si intento pararla antes de que sea muy tarde.

Me siento a un lado y regalo una sonrisa a todos los presentes, dejo que ellos hablen solo tengo que dar una imagen presentable y bonita mi madre me entreno para esto, ellos no quieren escuchar hablando a un adolescente sobre las posibles derrotas o victorias que tendría su campaña y menos a una chica.

Está no es la única razón por la cual odio estás malditas reuniones es más porque tengo que verle la cara al gilipollas de Jorge, mi primer amor, aún que de pequeños compartíamos todo ahora lo único que nos une es el aire que respiramos desconozco la razón por la que se alejo, quisiera preguntarle porque me dejó sola, si hice algo mal pero de nada serviría lo eh superado, ahora es parte de mi pasado y estoy muy segura de que no quiero revivir a esos fantasmas que atormentan por salir todas las noches de insomnio, bloqueó toda posibilidad de esos recuerdos y me dedico a destrozar mi carne con el tenedor, no se ve apetitosa pero al igual tengo que ser respetuosa con el trabajo del chef.

Cuando llevo un pedazo de carne a mi boca y trato de devorarla una colonia que yo conozco bastante bien y desearía que no fuese así envuelve mis fosas nasales de una forma exquisita, se a la perfección de quién se trata: Jorge, su perfecta dentadura regala sonrisas encantadoras, mierda porqué tiene que ser tan perfecto antes de dejar de mirarlo sus ojos por fin deparan en mí, su sonrisa desvanece pero esos ojos verdes empiezan a brillar, eso me alarma, quizás sea porque las luces los iluminan o porque aún sigue interesado, neh, esa tontería ni el o la lectora que está tras está pantalla se la cree, antes de que me quedé como una boba admirando su hermosa boca y por supuesto sus ojos verdes, aparto la mirada, me siento incómoda y le pido a mi madre que nos marchemos por una extraña y gloriosa razón acepta.

Al momento de levantarme un estruendo alborota a todas las personas y a su vez empiezan a romperse los vidrios al igual que los gritos empiezan a escucharse, las personas han empezado a correr a la salida, intento hacer algo por mantenerme con vida pero me es imposible moverme en momentos de pánico, hasta las luces comienzan a parpadear.

Una mano masculina me toma de la muñeca y me jala fuera de todo el caos pero en vez de llevarnos a la puerta de emergencia me conduce por un pasillo y todo comienza a ponerse en cámara lenta, joder es como estar en una película, no sé si esto es poder del alcohol pero se siente realmente bien.

Sus ojos me miran y en ese instante dejo de respirar, me paro en seco y este voltea confundido por mi actitud pero estoy muy perturbada por lo que acaba de suceder que le resto importancia a todo lo que pasa a nuestro alrededor.

–Nena, tenemos que marcharnos todo se a tornado violento, busquemos un lugar seguro.

–Detente, ya no tienes derecho a llamarme así.

Se muestra confundido, –Pero que cosas dices, vámonos no es seguro.

–¿Y desde cuándo eh estado segura? ¿Desde cuándo te importo? ¿Por qué actúas como si de verdad me quisieras y no hubiera pasado nada?– El nudo en mi garganta arde.

Su cara se muestra afectada pero logra esconderlo, –No te estoy entendiendo, ¿Que paso entre nosotros?

Esto es demaciado las lágrimas comienzan a caer corro lo más lejos de él, mi pecho duele no se cuanto más pueda resistir este sentimiento de vacío, es tan fuerte e iriente, mi vista se nubla y mis piernas flaquean lo único que recuerdo es a un chico con unos curiosos ojos azul eléctrico corriendo hacía mí y gritando mi nombre con desesperación. Todo lo demás se vuelve negro, vacío.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2022 ⏰

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