Capitulo 1

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Olisfield, Estados Unidos, 1984

"Los caminos logran imponer ciertos cambios que pueden tomarse para bien o para mal, todo depende de nuestra capacidad para mantener esos cambios y decidir cuál será el final de nuestras metas."

Eran mediados de abril, el reciente lanzamiento de "I Want to Break Free", producida por la banda del momento Queen, impactaba con fuerza, entre las peliculas estaba "la sala del baile" tomando revancha en las taquillas, y ni hablar del pronto estrenó de pesadilla en la calle elm, era el momento del apogeo, la vida iniciaba con fuerza, tomando todo con relevancia, su vida hasta ese punto con tan solo 17 años era mas que perfecta, estaba a nada de entrar a la universidad deseada del condado de Yeurdence, el lugar mas cercano a Olisfield y el cual contaba con la mas prestigiosa universidad, la que claramente tenia en su mira desde hace 3 años, por la cual se había esforzado día y noche, logrando obtener las calificaciones mas altas de su clase.

No era sorpresa para nadie que fuera un prodigio, como su padre solía llamarlo, aunque claramente, debía serlo, no por nada era el hijo del ex pastor y militar Jeon Hisaai, midiendo 1.80, ojos color avellana, musculoso, vistiendo aquellas prendas en tonos verdes y negros o aquel uniforme que delataba su posicion, un hombre recatado, sanguinario, hecho a la antigua, el cual no le importaba que hacer para llegar a la meta deseada, un cristiano que deseaba formar una familia perfecta, una esposa perfecta -entre su definición- sumisa, ama de casa, un trofeo que podía manipular y pulir perfectamente, esa era su madre Bae Eunyu, aquella mujer de ojos claros y azulados que mostraban un mar de emociones, donde el brillo que tuvo en su momento se había opacado con el paso de los años, con su cabello largo y ruloso, el cual no parecía reclamarle por los años vividos, vistiendo siempre aquellas faldas largas o vestidos largos que se adecuaran a los estándares de la familia, por supuesto estaba su hermano menor Jeon Hoseok, un estudiante de secundaria alegre y amable, que siempre ayudaba al que lo necesitara, midiendo 1.60 y con tan solo 14 años siendo alguien dedicado a lo que ama.

Luego estaba el, el hijo mayor de la familia Jeon, siendo el que más presión recibía, calificaciones perfectas, atleta, capitán del equipo de futbol americano, proclamado y amado por su instituto, todo un cliché, claro que aquella imagen la había trabajado, para ganar el respeto de su padre, es en este punto, donde su mundo se había caído por completo.

El, Jeon Jungkook un tipo que amaba el control y sobre todo planear su día a día con total perfección, detestando con facilidad,  el que existiera un mínimo cambio en sus planes.

— Nos mudaremos a Cliefweel­

Había hablado su padre de lo mas normal, como si mudarse fuera algo normal y cotidiano, claramente eso no lo era para el adolescente, quien sentía que su rutina se iba derrumbando.

Jungkook pensó: «Esto es una mierda», pero claro que no lo diría en voz alta, era una completa locura, según sus cálculos Cliefweel, quedaba a 8 horas de Olisfield, por lo tanto, Yeurdence se veía como un sueño lejano.

¡Que locura!

Cliefweel­, Estados Unidos, 1984

Un clima caluroso, típico de aquel lugar, pero no era un calor insoportable, al contrario era un clima totalmente agradable, de aquellos que disfrutabas y no lo sentías como una prisión, pero por supuesto era solo el indicio de un buen inicio de semana, claramente algo que el disfrutaba al momento, el canto del reloj en su buro, avisando que eran las 7:30 de la mañana, tenía aproximadamente 30 minutos para llegar a su instituto el cual quedaba a dos cuadras, lo cual le tomaba solo 10 minutos vestirse y otros 10 minutos desayunando para que los últimos 10 minutos llegara con tiempo, todo estaba fríamente calculado, aunque existían algunos inconvenientes, como el hecho de que no encontraba mis calcetines, pero fue solucionado de inmediato, por mi padre por su puesto, aquel hombre que podía hacer milagros al encontrar cualquier objeto perdido, el hombre que se había convertido en mi super héroe, como en los comics, si ese era su padre Kim Minho, el hombre mas bondadoso, que tenia su propio negocio, una empresa dedicada a la venta y compra de autos, era alto midiendo 1.79, algo robusto, de ojos verdosos, cabello rojizo naturalmente por supuesto, por otro lado estaba su padre Choi Gabun, midiendo solamente 1.60, ojos azulados, cabello rubio, un hombre amable y totalmente entregado a su florería, si esa era su vida, siendo hijo único, amado por sus padres, dos hombres, en una época donde la homofobia era mas que presente, aunque el único estado donde el matrimonio homosexual era valido es Reigh, que se encontraba entre el limite de la frontera hacia Perton, por ello esperaba con ansias que algún día la sociedad dejara sus prejuicios a un lado y fueran más humanos.

Luego de todo el alboroto por sus calcetines, con su ropa bien portada, una camisa de seda blanca, su pantalón café bien fajado, un abrigo café de una tela que le daba frescura, su cabello rojizo perfectamente peinado, aun cuando algunos risos se trataban de mover de su lugar, unos zapatos negros limpios, su perfume con un toque dulce y por supuesto su mochila, donde llevaba dos libros que debía entregar en la biblioteca, y claramente una despedida rápida de sus padres, había partido finalmente hacia su instituto, junto a varias personas que cruzaban las calles, para llegar a sus apretados trabajos asi como la espera de llegar a sus respectivas instituciones.

— Lo digo enserio Jason, el profesor fue encontrado besándose con otro hombre, es una total aberración — escucho decir de un chico un tanto alto, claro que sabía quién era, Kim SeokJin, aquel chico, que hablaba pura bazofia verbal.

«Acaso son tan idiotas, jodidos hombres heterosexuales, jodida sociedad de mierda» pensaba el pelirojo, pero claro, sus pensamientos se quedaban ahí, lo que menos deseaba era meterse en otro pleito, por intentar hacer razonar a aquellos humanos, con una mente tan cerrada.

Abriendo su casillero, tomo los libros que le correspondían en aquella clase, geometría avanzada, el tema era sencillo, asi que no requería repasarlo, era pan comido, por ello cerro su casillero y avanzo por los pasillos hasta la que debería ser su clase, con la profesora Smith, una mujer de mediana edad, la primera mujer en dar geometría en su instituto, era un progreso bastante recalcado, amaba a esa profesora, les enseñaba con un método infalible, amaba la clase en pocas palabras, aunque entre tanto pensamiento no pudo evitar chocar con un cuerpo más grande que él.

— Pero, mierda mis hojas — hablo el pelirrojo entre dientes tomando las hojas que se habían esparcido en el piso­.

— ¡Lo lamento!, una disculpa Taehyung.

Su vista se dirigió hacia la voz de aquella persona, sonriendo con total embobamiento, no era más que Henry, su mejor amigo, casi único mejor amigo.

— Esta bien, no te preocupes, creo que tu torpeza se me ha contagiado— hablo con un poco de burla en su voz, asi era su relación, un poco de risas, un poco de amabilidad y mucho sarcasmo.

— Me sorprende que aun no te hayas roto la cara, su excelencia — hablo con sarcasmo el peli castaño, dándole las ultimas hojas de aquel folder.

Rodando los ojos, el pequeño Kim, golpeo el brazo de su amigo, para caminar juntos a su respectivo salón, entrando a este justo a tiempo, donde tomaron asiento, estaban acomodados por orden de calificaciones y por supuesto, el era uno de los mejores alumnos de su clase, sentado justo frente al escritorio, su compañero de clase había faltado, asi que tendría su puesto libre por esa clase.

La profesora no tardo en entrar, con ello acomodo sus materiales en la mesa, bolígrafos, dos libretas y su agenda, necesitaba tomar nota de todo lo requerido, la profesora estaba escribiendo en el pizarrón grande, cuando tocaron a la puerta.

— Una disculpa señorita Smith, pero debo informarle que se esta integrando un nuevo estudiante a la clase — Dijo la secretaria para hacerse a un lado y dejar que una persona entrara, mentiría si no dijera que aquel chico era verdaderamente atractivo, sus ojos grises observaban a aquel chico con detenimiento.

— Claro, gracias secretaria Bond— fue asi como a secretaria salió del salón y con ello la profesora volvió a tomar la palabra— preséntate jovencito — aquel chico se acomodo en la catedra frente a todos— Diga su nombre, de donde viene y por que ha llegado a mitad de semestre.

— Soy Jeon Jungkook, vengo de Olisfield y estoy aquí porque mi padre consiguió un nuevo trabajo.

— Muy bien tome asiento junto al alumno Kim.

El pelirojo solo pudo tragar en seco, cuando salió de aquella ensoñación justo en el momento en que la profesora lo señalo, con los nervios calándole quito su mochila del otro asiento para que el contrario pudiera tomar asiento.

— Hola soy Taehyung — Salude extendiendo mi mano.

— Ya dije mi nombre — Regreso el saludo estrechando la mano del chico a su lado.

Y tal vez esa fue la sentencia que los terminaría marcando.

Ending My Destiny || KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora