𐇵Jinnie𐇵 OS |NamJin|

𐇵Unica parte𐇵

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Seokjin o Jinnie como él prefería que lo llamaran, era conocido por toda la comunidad estudiantil en la universidad por ser un joven bastante apuesto, tierno e inocente. La mayoría de los estudiantes así fueran hombres o mujeres caían rendidos a los pies de tan bonito joven.

Seokjin era muy muy bonito y él lo sabía perfectamente pues todos los días se veía en su espejo, media un metro con sesenta centímetros era delgadito y con su pequeña cintura parecía un lindo muñequito, su piel era clara en tonos aperlados que lo hacían brillar su cabello sedoso y brillante de un color rubio cenizo era envidiado por muchos, y es que siempre era adornado por bonitas gomas de cabello con adornitos bonitos que sostenían sus brillosas hebras en una colita o dos, esto dependía de lo que él pequeño quisiera usar, sus ojitos color chocolate eran tan brillosos que solían parecen dos luceritos, sus bonitos y esponjosos labios rositas eran humectados continuamente por bálsamos que los hacían lucir jugosos.

Jin era considerado el más hermoso de todo el instituto y nada ni nadie podía negar lo increíblemente hermoso que era, muchas personas lo miraban con devoción y anhelo pues no creían que existiera alguien tan perfecto como lo era Jin.

Como se mencionó Jinnie tenia a todo mundo a sus pies, lo que él decía era ley y nadie tenía la fortaleza de rechazar lo que él pequeño pedía, aunque muchos estaban más que dispuestos a darle todo lo que quisiera había un pequeño pero grande problema, y este problema tenía hombre y apellido.

Kim Namjoon.

El típico chico con el que nadie quería meterse, Namjoon no solía ser lo que la gente catalogaba como un "bad boy" o algo así, pues no iba molestando a la gente o golpeándolos, sin embargo, odiaba con todo su ser que lo miraran, que le hablaran y lo tocaran sin su consentimiento, pero si había algo que de plano no soportaba era que miraran lo que era suyo, y tal vez para la desgracia de muchos y fortuna suya, Seokjin era completamente suyo.

Aquel moreno de un metro ochenta y cinco siempre solía vestir de negro haciendo lucir fenomenalmente su grande y musculoso cuerpo, sus negras hebras siempre caían sin gracia por su rostro que siempre solía estar sin ningún tipo de sentimiento plasmado, era bastante guapo y nadie lo dudaba, pues sus ojos eran negros como la noche y sus finos labios rosados, quedaban a la perfección con aquellas facciones que lo hacían lucir como un verdadero Dios griego. Era malditamente perfecto.

Namjoon era envidiado en todo el instituto por una razón bastante obvia, tenía a algo que muchos deseaban.

Tenía a Kim Seokjin.

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-"¡Nam!"- la dulce y tierna voz del pequeño Jinnie se dejo oír cuando llamaba a su parejita haciendo que todos los presentes en el pasillo del instituto voltearan a mirarlo encantados.

Aquel día Seokjin usaba una enorme sudadera café con aspecto de osito que lo hacía lucir bastante tierno y pequeño, su cabecita era adornada por un coletita tipo palmera con una liga que tenía un lindo corazón rosita, también usaba un pantalón negro bastante pegadito a sus piernas mientras sus pies eran calzados por unos tiernos zapatos deportivos cafés que tenía calcomanías de ositos pegadas por todos lados. Muchos suspiros se dejaron oír cuando miraron al pequeño joven buscar con sus ojitos oscuros a su parejita.

-"Hola"- Jinnie quien había estado mirando por todos lados buscando a su Namu salto sorprendido al oír la voz de alguien desconocido detrás de él, haciendo que sus cejas se fruncieran se giró para enfrentar al tonto que lo había asustado.

-"¿Quien eres? ¿quiere pelea?"- Seokjin tomó su pose de pelea formando un pequeño puñito con su mano derecha mientras miraba al joven de hebras naranjas frente a el quien sonreia.