Prólogo

165 20 12
                                    

Solo una noche.

Despues fueron solo 7 días.

Solo una semana compartiendo las 24 horas de esos días.

El uno con el otro.

Protegiéndonos.

Huyendo.

Y también acercándonos peligrosamente el uno al otro.

Solo esos 7 días, solo esas 168 horas fueron necesarias para enamorarme de ti.

A pesar de todo.

Y no porque me sorprendio darme cuenta que eras un desconocido.

Dejo el bolígrafo sobre la mesa, miro cada párrafo de la carta que estoy escribiendo. Llevo mi mano al costado de mi ojo izquierdo y me doy un leve masaje para después dirigir mis ojos a la ventana. Las ramas de un árbol frente a esta se mecen por el viento bajo un cielo nublado y la imagen de su rostro viene a mi mente.

Sus ojos grises. Aquel rastro de barba sobre su mandíbula. Su cabellera castaña y esa sonrisa que solo en muy pocas veces pude apreciar, pero me hacia perder el piso. La idea de tener una fotografía de él me ayudaría mucho en estos momentos.

—Megan.

Giro encontrandome a esa mujer rubia de cada mañana que me da una sonrisa amable.

—¿Vienes?

Asiento, me pongo de pie y tomo la carta a medio escribir y el bolígrafo. Porque aún hay cosas que quiero decirte. Solo quisiera que fuera en persona y no por medio de un papel.



Nota:

Hay algunos errores ortográficos y de redacción que estoy corrigiendo sin arruinar la trama.

El desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora