PRONTO NUEVA VERSIÓN EN FÍSICO.
✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encaj...
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El viaje de vuelta es menos turbulento, por ende, Hoseok llora menos en su interior. Sólo llega hasta el aeropuerto de Jaepil con las lágrimas de temor a que sucediera algo malo. Siempre aguardando las malas noticias, aunque con el corazón regocijante de alegría por estar en casa otra vez.
La salida del avión es rápida. Alarga el cuello todo lo que puede, buscando la cabellera negra que reconocería donde fuera, porque su piel pálida lo delata hasta en la oscuridad más grande. Apenas lo encuentra corre con su maleta y bolso gigante más pesado desde que se marchó por alguna razón. Sin importarle que se encuentre junto a Park Jimin, deja todo en el suelo y se lanza encima de Yoongi casi tirándolo por enredar sus piernas alrededor de sus caderas.
—Ash, Hoseok, pesas —se queja Yoongi, igual de aferrado a su cuerpo e intentando sostenerlo con todas sus fuerzas.
—Yoongi, la gente nos mira —alega Jimin casi por debajo de la tierra, mirando hacia todos sitios.
—Me vale mierda —responde, tomando a Hoseok por las mejillas para mirarlo a los ojos—. Hola. Te besaría, pero Jimin ya está lo suficientemente incómodo.
—Son tiernos, pero no me hagan vomitar. Pueden besuquearse lejos de mí.
Cuando Hoseok pone los pies en la tierra y su sonrisa es imposiblemente más grande, los tres toman un taxi en la salida del aeropuerto. Se siente como en territorio desconocido hasta que se encuentra fuera de su apartamento y el de Yoongi, que es donde entran al final.
—¡Bienvenido! —exclama Jimin como si no acabase de llegar con ellos, con un pastel entre sus manos—. Yoongi dijo que es tu favorito, estuvo esfor... —Una mano pálida se posa sobre sus labios.
—¿Lo hiciste tú? —pregunta Hoseok.
—¿No? —contrapregunta Yoongi—. ¡Ash! —Quita su mano de la boca de Jimin—. ¡Me lamió!
—Quita tu mano toca penes de mi cara —alega Jimin—. Y sí, Hoseok, estuvo todo el día de ayer haciendo esto para ti. Yo le ayudé sólo un poquito.
Yoongi gruñe por lo bajo y se acerca hasta Hoseok para esconder la cabeza en su pecho, recibiendo caricias en la nuca al instante.
—Gracias —murmura y deja un pequeño beso sobre sus cabellos—. ¿Vamos a probarlo?
—¡Sí! Yo lo sirvo —dice Jimin, dejando el pastel sobre la mesa y corriendo hasta la cocina.
Hoseok aprovecha los segundos de distracción de Jimin para tomar a Yoongi por las mejillas y unir sus labios unos segundos, arrancándole una de esas sonrisas de dientes pequeños.
—Me debes un millón —dice Yoongi.
—Que sean dos millones.
—No me hagan vomitar, quiero comer pastel —canturrea Jimin entrando en escena con tres platos entre sus manos y sus implementos listos para repartir el pastel.