El agua corre por el río como un preso escapando de su celda, la vida es dura y eso el agua lo sabe, ¿Quién mejor para juzgar al mundo que el agua? Antes cristalina y ahora basura.
El agua corre por el río escapando del hombre, tropieza con piedras y baches, pero aún así no se detiene, lo único que quiere es ser limpia, otra vez.
El agua grita ayuda al sol para que queme al hombre y este se detenga, pero aún así el hombre sobrevive, en otro intento desesperado, el agua sin aliento, pide ayuda a la tierra para que se trague al hombre y lo deje en paz, pero aún así, el hombre sobrevive.
El agua ya sin fuerzas por la maldad del hombre, un día decide rendirse y secarse, y ya cuando solo quedaba una gota se da cuenta de que ésta es tan cristalina como en un principio, ahí descubre que no todos son malos, ahí descubre que la bondad aún reina los corazones de algunos hombres.
El agua motivada decide multiplicarse por todos los ríos, lagos y mares del mundo, con la esperanza de que un día pueda volver a brillar como las estrellas y sanar como el árbol de la vida.
