𝐒𝐎𝐍𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒

uno

“𝗝𝘂𝗻𝗴𝘀𝘂 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗼”

Jungsu despertó con una nariz roja y con un dolor de garganta horrible. No podía levantarse y a pesar de que la ventana estuviera cerrada sentía mucho frío.

Se destapó con esperanzas de no estar enfermo como este pensaba, pero al ver que apenas pudo pararse y que su cabecilla dio varias vueltas supo lo que había temido todo este invierno.

Estar enfermo.

Hizo un puchero, eso significa no más besitos por parte de JunHan para no contagiarlo.

Se hecho de nuevo en su cama, rendido y con pocas energías escucho como su celular comenzó a vibrar, lo tomó con mucho esfuerzo y entre cerró sus ojos por la luz de la pantalla, pero al ver de quien se trataba olvido aquello y contesto rápidamente.

—¡Hannie!

—Hola a usted también, hyung. ¿Cómo amaneció? ¿Durmió bien?

Jungsu chillo emocionado por lo preocupado que se escuchaba su bonito novio. Pero había olvidado su terrible gripe y cuando lo hizo comenzó a toser varias veces.

¡Casi se quedaba sin aire!

—Oh, Dios. No te escuchabas muy bien amor, ¿estas resfriado o algo así?

O JunHan era muy atento o solo estaba haciendo un gesto común pero para Jungsu era el ser más bonito del planeta, siendo muy atento con él y eso hacía que su corazón latiera a más no poder.

—Hannie, estoy malito~

Se quejo.

—Iré a tu casa en quince minutos. Estás mal y necesitas cuidados, enseguida voy cariño.

Sonrió cálido, JunHan era todo un príncipe.

JunHan llegó con una bolsa de medicamentos, tocó la puerta y antes que nada regaño a su mayor un poco al verlo descanso.

—Estaba tan emocionado que no me percate de eso... lo siento, Hannie

Miro con sus ojos de cachorro al menor mientras este terminaba de ponerle la media de ositos, sus favoritos por cierto.

—Esta bien, esta bien, es solo que debes ser más cuidadoso.

Sonrió al terminar.

Jungsu se quedó en la sala mientras esperaba con unas mantas cubriendo su cuerpo a su menor.

—De seguro te encantará. Una amiga del extranjero me contó su receta casera para la gripe, dice que hace milagros. —grito desde la cocina.

Jungsu asintió confiado. Si era amiga de JunHan entonces el remedio sí funcionaria y de maravilla.

No podría gritar así que cuando el menor apareció con una bandeja de sopa habló.

—Entonces si funcionará, Hannie.

Sonrió y se acerco hasta llegar a su mejilla y besar esta como agradecimiento.

—Gracias... —dijo de igual manera el mayor.

Terminando dejo la cuchara de lado y se echó en el respaldar del sofá de golpe haciendo que soltara un jadeo por el dolor y JunHan frunciera levemente su ceño.

—¿Sucedió algo, hyung?

Preguntó preocupado, lo apego a cuerpo de un abrazo y sonrió cuando escucho que le hubiera gustado mucho conocer a su amiga.

—Es de América, del Sur de hecho, viajo aquí para completar sus estudios. Es muy divertida, te hubiera agradado.

Jungsu soltó una risita y acurrucandose en el pecho del menor sonrió.

—Gracias por cuidarme, Hannie.

—De na-  —el estornudo de su mayor lo interrumpió.

—perdón...

JunHan sonrió encantado cuando el color carmín apareció en sus mejillas, estaba avergonzado así que para se tranquilizara un poco lo beso en su frente antes de que ambos cayeran en el sueño.