Aborrecible

Introducción

Hola, he decido hacer una nueva historia mas larga que las anteriores. Es decir una novela, de terror para ser mas exactos. Actualizare cuando los capítulos estén transcritos de manera correcta, posiblemente en un tiempo. La historia tendrá contenido explicito, es decir: Lenguaje un poco inapropiado, encuentros sexuales y, cosas como la sexualidad y un poco el tema religioso. Todo eso sera a su tiempo, mientras la historia valla transcurriendo. Contara con cincuenta y cuatro partes, posiblemente unas cuatro por capitulo. De 2351 a 3000 mil palabras por cada parte. Espero que sea de su agrado. Sin mas nos vemos luego, se despide, Diego A.

El aliento dorado y sus ojos profundos y añejos. Pasa una estampida de posibilidades y al Trejos, mira en esos ojos negros convertidos a dorados, esa cascada amarilleada en lo profundo del espacio, alimentando lo que alguna vez creo. Viva tela roja convertida en desesperación y frustración, en destino, ese cumulo de piel pálida y corroída por los años sintiendo esos anti-Bajos tan llenos de ápice fantástico. El ¡PUM¡ de los hilos dorados por el infinito espacio, alimentándose de los... Vegi no pensaba en lo que hacía, Mike no reclamaba sus acciones y Tom, no pensaba que hiciera algún mal, pero todos tenían algo en común sus pecados, pecados transformados en iris negras derrumbando el muro de Telarañas llenas de monstruosidades indescriptibles, ese sembradío negro como un pozo. Cosecha errónea y podrida; mordida por sus dientes amarillos, blancos y aún más blancos, salpicándolos de Charco pasoso y rumoroso como una pasta a medio cocer. El apretón pareció ser más fuerte.

Esos días de febril invierno manchados de sangre polvorienta convertida en más que eso, en más de lo que pensó. Recalca la ocasión con un ¡no¡, no y no. No pasa, no parece que vaya a proseguir, el no continuara. Tom no planea continuar para ella, pero para Mike, para su adorable y acongojado hermano menor si parecía hacerlo, porque sabe exactamente cómo funciona la mente de Tom. Piensa un momento, acércate al barrote oxidado y verde y salta, salta y mira toda esa tela roja, ese monstruo añejo de tiempos pasados, aquel que se autoproclama Dios... puede ser que sea así. Moviendo arco por arco con agujas tan grandes como una torre de 1000 metros. Los hilos corren, como hueso a piel. El estambre parece tener vida. Sus manos rasas se apegaron a mi cadera, pegando esos pechos horribles y deformes a mi propio pecho, los latidos parecían pasar como chorreadas, parecía real, no dejaba de ser así. 

Ese afán de sonreír y entrecerrar el cortejo de los ojos no parecía querer cambiar. Acumulado en su sillón maltrecho y viejo, prendía la televisión viendo un viejo programa estadounidense << Mira a esos idiotas>> brama siempre que podía y no perdía oportunidad para darse palmadas en el hombro, diciendo: <<buen chico>> Sus mejillas bañadas en carmesí se apearon a las mías sosteniendo mis asustados cachetes. Esas divertidas apariciones, esas sutiles metáforas -si se le puede llamar así- no vivía por nosotros, lo hacía a partir de nosotros; de nuestras (para el) insignificantes vidas. Tocar esa lisa piel, sintiendo esa mano rugosa y aulladora. Me llenaba del más fino temor. No valía la pena pensar en que cambiaría o... pararía. Sintió su vaho chocando con el sueño, alimentándose unos a otros como perros hambrientos por algo de atención, mirando sus iris negros... pensando en ello.

Su boca estaba a punto de besarlo. Sujetaba con más fuerza su cadera y el titubeaba al sujetar las suyas, irregulares y anchadas.Su hermana iba a besarlo.