Destellos de Luz || Tom Hiddleston Fic

Capítulo 26- Vida de Ensueño

All I ask is
If this is my last night with you
Hold me like I'm more than just a friend
Give me a memory I can use
Take me by the hand while we do what lovers do
It matters how this ends
Cause what if I never love again?
(All I Ask- Adele)

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*PoV ZAFIRA*

- Es increíble lo rápido que se duerme últimamente.- me comentó Tom cuando llegó a la habitación.

- Sí, es bueno que Astrid lo mantenga en constantes actividades. Deberás indicarle que lo haga siempre.- le dije sin mirarlo mientras acomodaba las almohadas de la cama.

- Tú también puedes darle instrucciones a Astrid, amor.- me recordó él. Sentí sus pasos acercándose así que giré para verlo.- ¿Te sientes mejor?

- Sí, muchísimo mejor.

Era ahora o nunca. Una última vez en brazos del hombre al que, literalmente, nunca dejaría de amar.

Tomé su mano y lo acerqué a mí, puse mis manos en su pecho buscando los botones de su camisa para deshacerme de ella. Tom se inclinó para besarme mientras sus grandes manos descansaban en mi cintura. Deslicé su camisa por sus hombros hasta que cayó al suelo y luego lo senté en el borde de la cama mientras yo me quitaba el camisón por encima de mi cabeza.

Me acerqué a él solo con mi ropa interior, Tom pasó sus dedos rozando con el encaje y mi piel. Me acercó más a él y sus manos fueron a parar a mis pechos, los cuales masajeaba amablemente. Uno a uno los puso en su boca, su lengua jugaba con mis duros pezones y su barba rozaba alrededor, sentía todo más intenso. Mis dedos se entrelazaban en su cabello y sus manos bajaron nuevamente a mi ropa interior, esta vez para quitármela. Moví un poco mis piernas para terminarla de deslizar, puse mis manos sobre su pecho para empujarlo hacia la cama delicadamente. Tom se recostó apoyándose con los codos mientras yo desabrochaba su correa y continuaba desabotonando su pantalón. Alzó su cadera cuando deslicé toda su ropa hacia el suelo para revelar su prominente erección.

Tomé su miembro entre mis manos, pasé mi lengua suavemente y lo vi a los ojos, estaba extasiado por mi travesura. Poco a poco pasé mis labios y luego metí su miembro a mi boca, escuché su ronco jadeo mientras continuaba los movimientos introduciéndolo más.

- Dios, nena. Tu boca siempre es mi perdición.- me dijo mientras respiraba con dificultad.- Eres la tortura más deliciosa que existe.

Seguí por un momento más y luego me detuve para subirme encima de él, me acomodé con mis piernas a los lados de sus caderas. Tom se sentó por un momento, puso su mano detrás de mi nuca y me acercó a sus labios. Lo besé intensamente, nuestras lenguas se entrelazaban. Su otra mano estaba en mi trasero haciendo que me pegara más a él, cogí su duro miembro y lo metí dentro de mí, me deslicé hacia abajo mientras soltaba un gemido en su boca.

Una y otra vez daba ligeros saltos encima de él, se sentía tan bien tenerlo dentro. Era consciente de como mi entrepierna se humedecía cuando estaba con Tom, era una sensación indescriptible. El cielo y el infierno se juntaban, no sentía ni pizca de vergüenza de mis gemidos, Tom me provocaba el más delicioso placer que nunca había sentido. Sólo él podía hacerlo.

Me detuve un momento y me acomodé con las rodillas sobre la cama, curvé mi espalda y apoyé mi pecho también. Tom me tomó de la cadera, colocó su otra mano entre mi cabello y volvió a penetrarme profundamente, una vez más se movía de adentro hacia afuera de manera acompasada. Entre nuestros gemidos podía escuchar el choque entre nuestros cuerpos, relajó le movimiento y me giró nuevamente hacia él.