『 Is thιs rᥱᥲᥣ? 』 Spreen y tú

3. Tú

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Fue mala idea venir.

Literalmente no conocías a nadie aquí, por decir menos, quizá a Rubius ya que solías verlo cuando... ¿Tenías 10 años?, o a Auron por los memes que aparecían en 2016 en tu inicio de Facebook, pero los demás salían de tu radar, solo un par que quizá te salieron en recomendados en tu página de inicio de Youtube, pero solo porque Cassandra no dejaba de mandarte enlaces de los directos de carrera o videos de él todo el tiempo. Pero en general, podías sentirte aliviada de no conocer a nadie, ¿No dicen que es mejor nunca conocer a tus ídolos? No sabías que pasaba por la mente de Cassie en ese momento, pero agradecías que no fuese una fiesta con los creadores de contenido que realmente veías; y que conociendo a tu mejor amiga ni siquiera sabía quienes era; ya que no estarías particularmente nerviosa y menos si hacían algo bochornoso.

Sí, bochornoso. Ya habían pasado más de 2 horas desde que llegaron y todo era un desastre, todos estaban afectados por el alcohol, aunque aún no llegaban al punto de vomitar o pelearse, no dejaban de gritar tonterías o molestarse entre otros. Quizá era tu inexperiencia en fiestas de este estilo, no querías saber la respuesta, pero quizá, solo quizá era por que casi nunca tenías oportunidad de ver esta clase de escenarios que te parecían tan raros. Sí, quizá por eso incluso Cassandra siempre duda en llevarte hasta a discotecas para jóvenes.

De repente ella te tomó de la muñeca para que la siguieras, ella mirando hacia un punto en específico, en cuanto buscaste su objetivo miraste sorprendida, era su novio, Carrera, mientras él tenía una charla amable con un hombre barbudo y pálido, miraste a su alrededor, como expectante de quizá cruzarte con alguien a quien quizá podrías conocer.

Tomaron asiento en el suelo mientras se acomodaban la ropa, justo así maldecías no haber traído una chaqueta, la falda escocesa hasta la cintura que traías por lo menos hacía un trabajo decente para lucir tu figura, agradeciendo que fuiste consciente y estuviste pegada a las clases de spinning del gimnasio que pagaba tu madre para ella, pero que felizmente te pasó su membresía. Notaste que al lado de Carrera estaba este chico que habías visto en un par en sus videos, quizá era un amigo que ponía ocasionalmente, pero no tanto ya que no lo veías realmente seguido.

El juego continuaba, después del gritoneo que tiraban a Rubén y Juan por su cobardía, todo el mundo dejó de pagar las multas y solo bebían cuanto podían, entrelazando los brazos para tomar los shots, siguiendo el ejemplo que les dieron los únicos que pagaron, entre toqueteos o besos frívolos, otros apasionados como el de tu amiga y Rodrigo, gritando que les daría a todos clases para besar de verdad y otros cambiándolos a besos en otras partes, ya habías tomado lo suficiente como para unirte al coro de gritos que saltaban entre las parejas afortunadas.

Fue entonces, en medio de tantas vueltas terminó pasando.

Un flash rápido apareció desde el móvil de tu amiga, cuando Biyín y Ari estaban a punto de darse un pico; después de que todo mundo insistiera y hasta hicieran apuestas; todos los presentes hicieron silencio y voltearon a ver el origen de la luz parpadeante. La música parecía irse a un segundo, tercer plano, más allá, como si no estuviera. Se miraban unos a otros, tú ya empezabas a sudar aunque no fueran a ti a quien miraban, viste a Cassie, Ella miró a Carrera, y él te miró a ti, luego a ella, luego al chico que estaba a su lado, ninguna de las dos entendía lo que él quería decir con sus muecas, hasta que viste su cara tornándose enfadosa; sabías lo que venía y con mucha vergüenza te levantaste, fingiendo tener la cara adormecida.

--- ¿Alguien sabe dónde está el baño? ¡Creo-creo que voy a vomitar!--- Comenzaste a gritar mientras te veían espantados, de repente viste a uno de los que parecían ser españoles, ¿Grej? No recordabas como se pronunciaba, él no dijo nada, solo buscaba a alguien entre el circulo, hasta que le dio una palmada en la nuca a aquel chico que está al lado de Rodrigo, o estaba, porque de un momento a otro Carre había desaparecido de la nada.

---Eh, Spreen, no seáis un gilipollas y lleva a la señorita a recorrer la casa, venga, levántate.

--- Uh-oh, s-sí. perdoná, perdoná, me perdí un toque, sí, eh...--- Se levantó rápidamente, sacudiendo sus shorts y acomodando su gorro bennie color blanco entre esos rizos que escapaban sin permiso alrededor de la suave tela, acercándose a ti a paso rápido y haciéndote una seña con sus ojos para que lo siguieras, mientras te hundías junto a él en un largo pasillo miraste atrás por el rabillo de tu ojo, notando que todos se levantaban, y Carrera se llevaba a Cassandra tras suyo, saliendo probablemente fuera.

Fue mala idea venir.