Capítulo 7- Chiquita

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Esa semana mamá se contactó con los encargados del estudio clínico y ya estaban agendando una cita para mañana mismo y realizarse los estudios correspondientes.

Eso no me lo esperaba, yo ya había asimilado mi muerte. Lo que me estaba carcomiendo era que mamá se había contactado con papá diciéndole que tenía que venir, a lo que le respondió que estaba cuidando de su nueva hija recién nacida en Nueva York. Mama le dijo que era muy importante que llegará antes del 20 de octubre, ya que para esa fecha se supone que yo debería estar muerta, pero él dijo que sería imposible.

Al no querer un no por respuesta tomé el teléfono y decidí decirle todo de golpe.

-Solo quiero despedirme papá.

-Chiquita eres tú! Estaba hablando con tu madre pero no creo poder ir a verte ahora mismo, Helen acaba de dar a luz y tengo que cuidarla pequeña. Será más adelante, te lo prometo, ya viene navidad, sabes que soy tuyo durante esas fechas.

-Pero, no creo llegar a navidad papa

-Chiquita no seas exagerada, aguanta solo un poco, no seas caprichosa

-Pero papá -no sabía que lloraba hasta que mamá pasó su dedo por mi mejilla mojada- papá...te necesito...

-Será en diciembre Emily -dijo en un tono serio que nunca había utilizado con ella

Ya cansada de tener que mendigar por un poco de atención, decidí soltar aquello que tenía guardado en mi:

-No será necesario que vengas este año, ni el siguiente, ni nunca más, ni siquiera quiero que vengas a mi funeral diciendo lo buena chica que era porque eso no lo sabes! Eres una mierda de padre! ¡Yo te necesito! Nunca te pido algo y cuando lo hago me lo niegas y alegas que soy una caprichosa!. ¡No me conoces para llamarme caprichosa! ¡No sabes como soy!

-Cuida el tono como me hablas Emily, no digas tonterías te veré en diciembre y...

-¡No te quiero aquí! ¡No vengas! De ahora en adelante estaré muerta para ti! -y colgué.

Esperé unos segundos para ver si él decidía llamarme de nuevo y pasó un minuto cuando comprendí que no lo haría, que no me llamaría, que pasaba de mi, que me consideraba caprichosa y quien sabes que más.

Mamá trató de abrazarme pero yo di un paso atrás y corrí a mi habitación sofocada por el esfuerzo. Me recosté en la cama luego de dejar con seguro la puerta e inicie a llorar como nunca pensé que lo haría.

Mamá tocaba la puerta desquiciada, preguntando si estaba bien, que la dejara entrar, que papá era un cabrón, que no nos merecía, que no merecía mis lágrimas, y eso lo sabía, sabía que él no valía la pena. Pero me sentía especial, especial al saber que aunque sea a mi me quería, que me queria mas que a mi madre y que yo era su única debilidad. Eso había cambiado, tenía una hija nueva, ni siquiera se tomó la molestia de informarme, de decirme que sería hermana, nada...no sabía que estaba en una relación siquiera, pero ya no importaba.

Deje entrar a mi madre media hora después. Mamá estaba tumbada en el suelo con lágrimas en los ojos. Se puso de pie al verme y me abrazó con fuerza.

-El no importa, solo tú y yo. Nunca lo necesitamos y ahora menos. Iremos hoy mismo a Washington y haremos esos análisis.

Y así fue, llegamos a la ciudad y me internaron en el centro. Recuerdo poco ya que estaba agotada, cansada, tanto físico como mentalmente. Solo recuerdo que me inyectaban líquidos extraños y que al finalizar aquel día volvíamos en carretera de vuelta a casa...

BeeRainx

30 Días- [COMPLETA] BeeRainxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora