Capítulo Único

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─ Soy gay

Con la mente en blanco por el comentario, parpadea tres veces de manera lenta sin comprender dos simples palabras, sus ojos ni siquiera se mueven a otra dirección que no sea la cara triste de Midoriya Izuku y de su boca no sale palabra alguna, ni un sonido. Lo que a simple vista parecía una declaración de amor a su persona por la actitud nerviosa del chico, resultó ser una declaración sobre su gusto en los chicos.

Gay. Su amor de casi tres años... era gay.

─ Lo siento, en verdad, lo siento tanto. ─ ella no entiende la absurda razón por la que Izuku llora pidiendo perdón. ¿Lo dice por no corresponder a sus sentimientos? El rechazo era algo muy normal, pero que dolía como la misma mierda.

─ ¿Eh?

─ ¿Soy raro verdad? Lo siento, Uraraka-san. Perdón por ser un bicho raro que no puede responder a tus sentimientos puros. ─ ¿Qué es lo que dice? Ella se siente perdida en todo lo que habla, no entiende sus disculpas como corresponde. No corresponder estaba bien, pero ¿Pedir perdón por ser gay? ¡¿Qué demonios?!

─ ¡No, no, no! Izuku, que te gusten los chicos no tienen nada de malo. Respira y cálmate. ─ el chico de pecas la mira, sorbe sus mocos y limpia ambos ojos.

─ ¿No piensas que soy raro? ¿No doy asco? ─ en pleno siglo XXI e Izuku se preocupaba por algo normal.

─ Izu-kun, no hay razón para que me dé asco, no hay razón para que me des asco. ─ siente la necesidad de abrazar a su pequeño brócoli, lo siente tan pequeño por primera vez y de cierta forma, es una escapada del dolor de su corazón. ─ ¿Quién dijo que amar tiene reglas? O ¿Quién dijo cómo puedes amar?

─ Quería intentar amarte Ochako, en serio, lo intenté y yo... Solo te decepcioné.

─ Tuvimos un par de citas, las mejores de mi vida, pero no quiero atarte a algo que no te hace feliz. Midoriya Izuku, te pido que sigas tu corazón y si te niegas juro que no te lo voy a perdonar.

¿Por qué justo aquí? Piensa.

¿Por qué en el lugar dónde se dieron su primer beso y su primera cita?¿Por qué ese lugar se volvió el día dónde su corazón se marchitó junto con ese amor no correspondido? En esa parte solitaria, pero linda de la playa donde tuvieron algunas de sus citas y eventos importantes. Justo ese día, terminó toda relación amorosa con Izuku a las dos semanas de haber empezado.

─ Ve a casa con cuidado ¿Sí? ─ su amigo asiente, sabe que no le dirige la mirada por lastima y eso le duele ─ Ya deja de llorar.

─ Ochako, no te merezco.

─ Ya cállate. Agradezco mucho que me lo hayas dicho, mira el lado bueno, toda chica quiere un mejor amigo gay. ─ sonríe, da una risa tierna que anima a Izuku a entrar al tren.

─ ¿Podemos hablar mañana? ─ Izuku toma su mano y ella solo lo abraza.

─ Todas las veces que quieras, a la hora que quieras, el tiempo que quieras, mi lindo brócoli. ─ se despide, no voltea ni por un segundo y cuando siente que ya no la ven, cae en dolor.

Llora y está en todo su derecho, por eso se permite derramar lágrimas y maldice que la estén viendo en medio de la calle. Aun así, esa sonrisa sincera que le dio a Izuku no se va y sigue caminado con las lágrimas estorbando su visión. Le duele, claro que le duele. Porque lo quería, lo amaba a tal punto de dejarlo ser feliz sin culpa y que ella apoyaba el camino que escogió.

─ Te amo, mi bello Izuku.

Si las miradas compadecidas de la gente hicieran un cambio, el mundo ya estaría mejor.

La protagonista | Katsudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora