3.♡⃕

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Estuve toda la mañana intentando visualizar a Taeyong entre tantos estudiantes de secundaria, pero mi intento fue inútil y lo único que logré fue ponerme nervioso y que mis manos comenzaran a sudar.

Cuando el timbre del receso sonó, saqué mi almuerzo que por primera vez había traído luego de las molestas súplicas de mi madre, y me dirigí al baño.

Entré al mismo cubículo y esperé unos minutos a que Taeyong apareciera mientras bajaba la tapa del retrete, me sentaba sobre éste y sacaba mi almuerzo para colocarlo sobre mis piernas.

— ¿Taeyong? — Pregunté con el ceño fruncido mientras desenvolvía mi sándwich.

Escuché un ruido y segundos después noté a Taeyong asomarse.

Sonreí al verlo y miré uno de mis sándwiches.

— ¿Quieres uno? — Pregunté agarrando un sándwich y mostrándoselo.

Taeyong no dijo nada, suspiré.

Dejé la bolsa de mi almuerzo vacía en el piso y, con los dos sándwiches en la mano, me paré en la tapa del retrete.

Taeyong me miró sorprendido, me parecía gracioso que ahora podía mirarme de frente.

Le di un sándwich y yo comencé a desenvolver el mío para segundos después tirar el papel en el suelo del cubículo.

— ¿Qué esperas? Come.

Taeyong me miró y miró el sándwich, le di una mordida al mío y segundos después él comenzó a comer tímidamente.

Sonreí y Taeyong me imitó haciendo que mi teoría se confirmara al ver que sus ojos se volvieron dos líneas negras.

Lo observé mientras comíamos en silencio y lo único que nos separaba era una pared.

Taeyong era muy bonito.

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