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El alba comenzaba asomarse por la pequeña ventana de la habitación de Yeonjun. Éste, incomodado por la luz, abrió lentamente sus párpados con abundantes pestañas. Parpadeó varias veces para acostumbrarse a la claridad.
-Buenos días, cariño. - lo saludo su madre desde la escalera. Hoy te espera un largo día, ven a comer.
La mujer le sonrió con dulzura.
El pequeño le devolvió el gesto. Comenzó a desperezar su cuerpo y salió de la cama. Con rapidez bajó las escaleras para luego salir de la casa y dirigirse al pozo con agua fresca que se ubicaba al frente de su morada.
Tomó un buen balde de agua que utilizaria para bañarse y regresó al interior de su hogar.
Minutos después ya se encontraba sentado en la mesa junto a su padre.
-Entonces... ¿irás a ayudar a Beomgyu?.- preguntó el hombre de profundos ojos grises.
Yeonjun le dedicó una mirada amistosa y asintió.
- Como se acerca el invierno la clientela le ha aumentado considerablemente. Es mucho trabajo para él solo y me ha pedido de buenas maneras que le brindara un poco de ayuda.
-Es un buen muchacho. - sonrió. Sus ojos se desviaron hacía sus manos. Continuaba con su trabajo de la noche anterior.- Desde que murió Jimin no ha hecho más que trabajar día y noche. - suspiró.
-¿Jimin?. - Yeonjun peguntó con curiosidad.
-Si, su padre.- confesó.- era un Guerrero y Cazador de Élite. Nadie podía dominar tantas técnicas como él lo hacía. Era un buen amigo.
-¿Cómo murió?.
Sus ojos grises se volvieron oscuros y melancólicos.
-Nadie lo sabe. - murmuró. - Lo encontraron en las montañas del sur. Su ropa estaba destrozada y su cuerpo marcado por algo que parecían... garras de un animal. En la parte derecha de su cara había una profunda mordida. Una boca que no parecía ser humana ni animal.
-Debió sufrir mucho.
-Si, mucho.
-¿Y su madre?. - cuestioné con intriga.
El hombre se alzó de hombros.
-Ella los dejó apenas dio a luz a Beomgyu. - suspiró.- Luego Jimin conoció a Yoongi y pues... ya sabes.
-¿Jimim y el abuelo Yoongi estuvieron juntos?. - el menor frunció el ceño.
-Si, Yoongi sufrió mucho. Paso meses sin casi comer y dormir.- se lamentó. Lo quería muchísimo. Igual que Beomgyu y Jimin a él.
-Me imagino.
-Luego de eso Yoongi decidió volverse cazador. Y bueno... aquí estamos.
Su madre se acercó a la mesa con dos platos humeantes de avena y dos deliciosos panecillos dulces.
