El abuelo rezaba en la orilla del mar todos los días a las 5 de la mañana cuando el sol aún no había salido y la olas eran demasiado frías, decía que solo así podría revertir la maldición de sus sueños.
Su familia no se destruiría sin embargo perderían a una persona muy importante.
Hace tiempo ya que había dejado la joyería "Emmel" por intentar revertir la maldición. ¿Pero se podría cambiar el destino?
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Vorágine
RomanceMe hiciste conocer tus estrellas y ahora no quiero mirar otro cielo. Marcela a Joaquín.