Izuku J. Midoriya Joestar. Un chico aspirante a héroe en un mundo en el cual el 80% de la población tiene poderes que en antaño se consideraban sobre naturales, pero actualmente son la prueba de que el hombre sigue evolucionando. Mientras que el 19%...
Policía 1: Aún siguen llegando más cosas. Dijo el oficial asustado por las cosas que llegaban para darle comodidad al joven dentro de la celda.
Policía 2: Aún no tengo idea de cómo lo sacaremos.
Mientras los oficiales hablaban un hombre de altura 1.90 que a pesar de ser parte de la tercera edad se veía que seguía vigoroso y fuerte para un combate.
Joseph: Aleje de. Dijo el hombre para cargar a los 2 policías y botarlos por ahí. Yo me encargaré de sacar a mi nieto.
En ese momento el joven de gorra con el símbolo de la escuela rival a la que originalmente pertenecia hablo.
Izuku: Tu nieto? Crees que puedes llegar a Japón después de tantos años y llamarme así de simple nieto? Dijo para pararse y tener una conversación más directa.
Joseph igualmente camino a lo largo de la puerta de la celda para que ambos estén parados uno al frente del otro con notable tensión, que solo los dividían unas simples barras de hierro.
Inko: Jotaro el podra ayudarte, sal a ver a tu abuelo
Joseph: Sal, nos vamos a casa. Dijo el anciano para que la celda se abra.
Izuku: Jodete, Acaso tu puedes ayudarme? Lastima que hayas venido desde Nueva York para nada. Dijo para luego enseñarle un dedo meñique biónico que arrancó de la mano de su abuelo sin que esté se diera cuenta.
Joseph: Ese es el meñique de mi mano artificial. Cuando me lo arrancó?. Dijo el viejo intrigado
Izuku: Lo ves? Fue el espíritu maligno. Dijo para luego darle el dedo metálico. No te me acerques, a menos que quieras reducir el tiempo de vida que te queda.
Tras esto el muchacho volvió al interior de la celda
Joseph: Se exactamente por lo que estás pasando Jotaro, pero no puedo explicarlo con palabras... Así que será mejor que lo experimentes por ti mismo. Pensó el anciano para inmediatamente chasquear los dedos y hablar.
Joseph: Avdol, tu turno.
Hablo para que un hombre de piel oscura con ropas llamativas se acerca se a la celda
Izuku: Oye, te vez fuerte pero da igual no intentes nada.
El hombre sin importarle la advertencia del estudiante siguió acercándose más a la puerta de la celda. Al estar ambos frente a frente la tensión se sentía en el aire. Tanto la madre como el canino, los policías, los presos y el director sentían cada vez más presión y sorpresivamente calor dentro del establecimiento.
El calor poco a poco fue subiendo cuando se pronto el egipcio solo dijo.
Avdol: MAGICIAN'S RED
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El ave hizo su aparición y gracias a eso el calor subió muy rápido y a muy altas temperaturas haciendo que tanto los policías como algunos presos se desmayen. El director el cual no sabía cómo reaccionar ante tal suceso solo se limito a pensar que posiblemente el quirk del egipcio consistia en manipular el calor a tal punto que podía rivalizar con las temperaturas de las llamas de héroe número 2.
