31. Sorpresa

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Ha pasado tiempo desde que Blaze volvió a su universo y ya faltan no más que horas para la celebración más importante del imperio de Blaze: La Navidad Estelar; una festividad que festeja el nacimiento de las estrellas y su importancia en la vida del universo.

Blaze se encontraba en su habitación siendo ayudada por una criada a vestirse adecuadamente para el evento.

Nuestra intrépida princesa sin miedo a pelear de ser necesario se mostraba con una ropa que reflejaba su posición jerárquica: Princesa imperial.

Ella llevaba un vestido chino blanco con una estrella blanquecina en medio, además esta llevaba unos palillos para el cabello con pequeños rubíes estelares (zafiro estrella rojo) incrustados en estos, no llevaba tampoco pantalón y usaba tacones del mismo color.

Pasaron las horas y la fiesta había dado comienzo. Esta comenzaba con el encargado del reino en turno, normalmente esto lo haría la princesa, pero debido a los problemas que hubo, lo haría su primo, Ember.

Ember sale desde al balcón del castillo, acercándose a un micrófono que estaba ahí para comenzar el discurso.

–Gente que es parte de este hermoso imperio, el Imperio de las Estrellas, aquí en la cede de nuestro imperio en el Reino del Sol, damos no solo gracias este día al labor de nuestra estrella, sino también a la de todas las demás, como fuerza primordial de la vida como siempre se ha visto en este imperio tradicionalmente. Nacimos al ver la luz y nos iremos cuando no la veamos. Larga vida al Sol, larga vida al Reino del Sol, larga vida a las estrellas y larga vida al Imperio de las Estrellas.– Daría su discurso Ember para dar paso al discurso de Blaze para comenzar con el Festival de las Estrellas.

Blaze sale al balcón y el reino entero se estremece al verla. Ella se acerca al micrófono y comienza el habla.

–Preciosa y amada del Reino del Sol, como muchos sabréis es tradición de este reino la adoración a las estrellas, principalmente al Sol, tanto es así que nuestro reino, que es la capital de nuestro imperio, cuyo nombre da tributo a esa celebración: Imperio de las Estrellas. Porque del polvo estelar nacimos y al polvo estelar volveremos, y cuando finalmente eso ocurra, nosotros nos convertiremos en la luz del nuevo mundo que ilumine una nueva estrella, porque así como las personas mueren, pero siguen su legado teniendo descendientes, así las estrellas mueren para dar paso a una nueva. ¡Larga vida al Sol, larga vida al Reino del Sol, larga vida a las estrellas y larga vida al Imperio de las Estrellas!– Así habría tetminaso su discurso Blaze, siendo aplaudida y alabada por todo su reino, retirándose para dar comienzo finalmente al festival.

El espectáculo audiovisual fue espectacular al escuchar al cielo estremecerse con todos los fuegos artificiales y este también iluminarse con miles de fuegos artificiales que simulaban ser estrellas.

Blaze admiraba las impresionantes luces que había en el reino, una belleza tan grande como el Año Nuevo de nuestro mundo en China, cuando vio entre los tejados una silueta similar, un erizo azul se había colado a la fiesta.

Blaze solo sonrió esa noche al verlo y siguió disfrutando de tan hermosa noche, feliz de ver a su amado una vez más.

La fiesta habría terminado hasta el alba, viendo la majestuosidad de la estrella más importante para el reino: El Sol.

Una vez que el Sol había salido, la genge comenzó a disiparse y Blaze fue a dormir al igual que su primo Ember. Fue una noche agotadora en la que no pudieron dormir nada.

Blaze cayó a su cama rotundamente cansada. Estuvo durmiendo mucho tiempo.

–Princesa emperadora de mi corazón, ¿me haría el gran honor de permitirme convertirme en su emperador?– Habría preguntado Sonic.

–Oh, Sonic, claro que quiero casarme contigo.– Blaze habría respondido sin titubear, pero habría seguido repitiendo el nombre del erizo azul varias veces…, sí, también físicamente fuera del sueño.

–¿Por qué me mencionas tanto?– Preguntaría Sonic.

Blaze habría empezado a abrir sus ojos y solo vio como un cuerpoa azulado estaba al lado suyo.

Blaze gritó al darse cuenta y alertó a los guardias quienes lo intentaron atrapar.

–¡Sonic, no puedes estar en mi cuarto como si nada!– Le gritó Blaze.

–¡Estabas dormida y repetías varias veces mi nombre, así que entré y te encontré dormida!– Respondió Sonic.

Al oír las palabras del erizo azul la princesa imperial se ruborizó y tapó la cara un poco.

–Yo no sé de que estás hablando. De e cualquier manera, no debiste entrar sin estar seguro que lo decía conscientemente. Entrar aquí sin autorización es un delito que podría llevarte a la cárcel.– Respondió  Blaze.

–Está bien, está bien, lo lamento princesa, no volverá a sucedet, solo haz que tus hombres dejen de apuntarme con sus espadas.– Dijo Sonic.

Blaze habría hecho que sus hombres bajasen sus armas. Blaze le pidió a Sonic que lo acompañase al comedor donde podrían tomar té.

–La última vez que te vi aquí, no sabías quién eras realmente y tenías una personalidad de considerarte de gustos de la alta sociedad.– Diría Blaze mientras tomaba té.

–Qué buenos recuerdos me trae eso.– Dijo Sonic riéndose de solo recordar lo sucedido. –Supongo que ese yo que te visitó aquel día no hubiese lo que yo de entrar sin permiso a tu habitación.– Dijo Sonic.

–Supongo que sí, se hubiese cerciorado de ello.– Diría Blaze. –De cualquier manera, me sorprende haberte visto en el Festival de las Estrellas.– Añadió la princesa.

–Sí, fue un evento muy lindo, se nota que fue organizado por vuestra merced.– Dijo Sonic.

–Así que fue por eso tu visita.– Dijo Blaze.

–No realmente, aunque sí vine por algo similar.– Refutó Sonic.

–¿Entonces por qué viniste sin avisar?, ¿algo ocurrió acaso?– Preguntó Blaze.

–Quiero estar contigo.– Respondió Sonic.

Flámico (Nuevos Capítulos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora