LouisLa clase comenzó a las ocho en punto, me senté hasta atrás y saqué mi libreta; el profesor no tardó demasiado en llegar y cerrar la puerta detrás de él, dando así inicio a su clase.
—Muy bien jóvenes, es hora de comenzar el proyecto más importante de sus carreras, el que los sacará al mundo de la fotografía de modelaje o los echará por la puerta trasera —el profesor comenzó a escribir el nombre de veinte diferentes diseñadores, unos más conocidos que otros, pero todos igual de importantes en el mundo de la moda—. Cada uno de estos diseñadores vendrá a la escuela hoy y se les asignará uno basándonos en sus trabajos hasta ahora.
Yo era el mejor de la clase y el único que había obtenido un trabajo con una marca reconocida antes de terminar el primer semestre. El profesor siempre estaba a mi lado mostrándome ofertas de trabajo y me daba consejos cuando le presentaba mis fotografías y mis conceptos, decía que tenía mucho potencial y que si seguía con mi trabajo podría llegar a ser alguien grande.
Siempre me apasiono la moda, pero nunca tuve la imaginación o el talento suficiente como para crear mis propios diseños. El modelaje me llamó la atención por un tiempo, pero no me gustó la idea de entrar a una empresa y ser juzgado por mi físico cada día de mi vida, por lo que opté por fotografíar los diseños que me gustaban tanto y a los modelos que los lucían.
—Muy bien, con eso aclarado, necesito que pasen al estudio, nuestros invitados llegaron —dijo el profesor luego de leer un mensaje en su teléfono.
Nueva York era el lugar perfecto para el modelaje y el diseño, por lo que estudiar aquí fue mi opción más obvia. Mi madre no quería que me mudara, pero nunca me gustó escuchar a las personas que me querían detener, así que me mudé en cuanto recibí mi carta de aceptación a la universidad. En Inglaterra tenía un buen empleo con el que había logrado hacer algunos ahorros, y con el tiempo conseguí un buen apartamento y me acostumbré a la vida en la gran ciudad.
Llegamos al estudio, era un enorme salón blanco lleno de luces que usábamos para fotografíar a nuestros modelos, aquí había conocido a mi novia Rosie, una modelo bastante atractiva que había vivido en Nueva York desde un año antes que yo; trabajaba principalmente como modelo en la escuela y había hecho unos cuantos trabajos para revistas de moda y comerciales, pero aún estaba en búsqueda de su trabajo soñado. Muchos hombres bien vestidos se encontraban ya en el salón, y de pie junto a ellos habían personas que parecían ser sus modelos, eran bastante más jóvenes que ellos y mucho más atractivos como para no serlo.
—Muy bien, tomen asiento —dijo mi profesor una vez todos estábamos en el lugar—. Supongo que no es necesario presentar a estas personalidades tan famosas en el mundo de la moda y el diseño, sabemos quienes son porque hemos trabajado con sus diseños a lo largo del año —continuó explicando mientras caminaba lentamente de un lado a otro—. Cada uno de ellos trajo su más reciente colección y la que quieren que ustedes capturen fotografías para poder publicarlas en el catálogo oficial de sus colecciones. Ellos mismos trajeron a sus mejores y más confiables modelos, los rostros de sus diseños, las obras majestuosas que modelan su arte —dijo exagerando cada vez más su voz. Mi profesor solía tomarse muy enserio su profesión, o como él le llamaba el arte de modelar.
—Los diseñadores han elegido a su fotógrafo, por lo que ustedes no pueden elegir con quien trabajar. Se han usado sus portafolios para evaluar su potencial y han elegido a el afortunado que tendrá el honor de ver y fotografiar sus diseños por primera vez. Debo recordarles que este es un concurso para ustedes, pero no para ellos, además de que sus fotografías serán evaluadas y la calificación que obtengan en estas será el promedio final. Además, el ganador tendrá el honor de realizar las fotografías para el resto de la colección del diseñador y la marca que estén representando. Y, de nuevo, esto es para ustedes, no para los diseñadores, a ellos no les interesa nada de lo que dije. Ellos simplemente vinieron a que sus diseños sean fotografiados y que esas fotografías vendan sus prendas al público de la mejor manera que puedan, así que les deseo la mayor de las suertes y que el mejor fotógrafo gane —dicho eso todos comenzaron a hablar en voz baja y a acercarse a los diseñadores que admiraban.
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Style | L.S
FanfictionLouis Tomlinson es un estudiante de fotografía en una de las escuelas más prestigiosas en Nueva York, ha estado planeando su proyecto final con su novia durante todo el año y ella iba a ser el rostro del proyecto, o así estaba planeado hasta que el...