Aún recuerdo cuando te conocí en nuestra infancia, no habíamos crecido en un barrio lujoso, ni siquiera en algo que se acercase a algo "Bueno" muy apenas teníamos para comer y vestir, vivir el día a día era una lucha, yo con mi madre la cual se encontraba sola, tu siendo un huérfano al cual los vecinos ayudábamos para no verte morir de hambre.
—Vamos, déjenlo atrás, de todos modos no puede seguirnos el paso.— Se escuchaba unos niños juguetear en lo que parecía el desagüe de aquella caótica ciudad.
En dicho lugar se encontraba un castaño que caminaba con un bastón, parecía tener en sus manos lo que era un barco que estaba en proceso de construir, a lo lejos una pequeña de cabello largo y alborotado de ojos aceituna lo miraba, decepcionado de aquellos quienes lo dejaron atrás y simplemente se limitaba a jugar él solo, mientras que la pequeña se limitaba a verlo de una esquina, lo conocía, era el chico quien le ayudaba a su mamá a repartir el pan que vendía entre la gente que previamente se lo encargaba, cuando terminaba su trabajo se ganaba el pan de cada día siendo uno más sentado en la mesa de aquella pequeña pero cálida familia.
—Te veo Bell, estoy cojo de una pierna, no soy ciego. — Dice mientras sigue observando el porqué su barco no funcionaba del todo mientras que aquella pequeña castaña caminaba con un tono rojo en sus mejillas.
—Mamá dice que está lista la comida y puedes venir por tu pago.— Dice con dificultad, mentira no era aunque también estaba ahí para verlo, le gustaba verle hacer sus experimentos y las reacciones de él ante las pruebas que hacía.
El pequeño de ojos cafés no había notado las reacciones de su contraria por lo que cuando la mira, confundido se acerca a ella —No debiste de haber venido, de todas formas iba a ir cuando terminara con esto.— Coloca su mano en la frente de ella. —Deberías de ir a casa a descansar, parece que estar aquí te esta afectando, seguro te esforzaste demasiado ayudandole a tu mamá.— A el cosas como el cariño no le interesaban o era algo que notara a primera vista, se aleja caminando en el rumbo que la pequeña había tomado en un inicio. —¿Te vas a quedar ahí?— Dice sin mirarla.
—No estoy enferma!— Dice la niña mientras adelantaba el paso para caminar junto a él, pasar un poco más adelante y caminar de espaldas para verle. —¿Porqué no funcionó?—Dice mirando el barco que el niño tenía entre su brazo y su costado.
—Parece que al mecanismo le faltaban unos ajustes, el sonido que hacía no me parecía bien y aunque lo hice funcionar un momento se hundió.— Dice sin más para mirarla y después mirar hacia arriba, en lo más alto donde apenas el cielo se podía ver. —Ya lo verás, algún día seré alguien grande en las afueras, seré reconocido entre los mejores de Piltover y.. haré que nos hagan notar, ayudaré a todos aquí.— Vuelve a mirarla ahora con entusiasmo en su rostro. —Ayudaré a tu mamá, podré caminar y ayudar a quienes igual que yo no sean capaces de hacer ciertos trabajos, como Hank, le hace falta un brazo por la pelea contra la policía de los de arriba.—
Y eso era, era lo que a la pequeña le gustaba de aquél entusiasta huérfano, a pesar de las condiciones en las que estaban él no parecía rendirse, su barco podía hundirse pero sus esfuerzos por hacer que aquello funcionara no.
Los días pasaron, el pequeño soñador parecía haber podido encontrar la falla a su antiguo mecanismo para hacer funcionar su juguete, seguía ignorando a quienes aún con curiosidad lo evitaban y pareció conocer a un nuevo conocido el que le mostró lo que era capaz de hacer ya no solo con simples maquinas si no con la vida en general, salvar a quienes lo necesitaran, era un propósito noble que él tenía y que aquél hombre le mostró la solución a ello aunque fuese cruel —"La mutación debe sobrevivir"— Fueron palabras que se le quedaron en su pequeña cabeza, desde entonces, a pesar de seguir con sus intenciones no volvió a ser el mismo y la pequeña Bell lo notaba.—Me iré de aquí Bell.— Dice cortante mientras, apresurado empacaba las pocas cosas que había conseguido en una mochila la cual ya parecía desgastada, si bien no era su casa ni su familia, era alguien preciado por la madre de Bell y ella por lo que él quería evitar cualquier sentimentalismo con la gente que ahí vivía.
La niña no entendía el porque, estaba completamente confundida con las acciones del castaño. —¿No decía querer cambiar el mundo en el que vivía?— Pensaba en sus adentros para detenerle un brazo. —¿Por qué haces esto Viktor? ¿A donde irás? ¿Siquiera tienes un plan?— Intenta detenerlo lo más que puede, no quería dejarlo ir.
—Iré hacia arriba, me iré entre las alcantarillas y llegaré a la universidad de Piltover, ahí buscaré la ayuda de alguien que hace poco me contactó, cambiar el mundo, hacer ver a los de arriba de lo que somos capaces ¿Recuerdas?— Suspira y le quita la mano de su brazo. —Buscaré una mejor forma de progresar, una mejor forma de prolongar la vida que no implique crueldad, vendré a ayudarles cuando obtenga lo que siempre quise, lo que quiero para todos aquí.— Con la poca fuerza que el pequeño niño tenía cargó su mochila y caminó hacía fuera, la pequeña de cabello revoltoso corrió tras él pero al momento de querer detenerlo, ella misma se detuvo, sabía que él estaría bien y, confiaba en lo que él le decía, después de todo se criaron juntos y quería verlo triunfar.
Muy tarde era para detenerlo, el pequeño niño de su vida se había ido para desaparecer entre la multitud llevándose consigo el cariño que le tenía y un cachito de su corazón. —Nos volveremos a ver...— Dice para si misma.
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The scientist.
FanficDespués de aquel acontecimiento en Piltover el aun joven Zaunita regresa al lugar que lo vio crecer para, por sorpresa, encontrarse con caras ya conocidas que serán un capitulo más en su vida.