𝑹𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐𝒔 ꓼ Bangtan ˖ ࣪ 𖠗

◖ 𝐀𝐫𝐬𝐞̀𝐧𝐞 𝐋𝐮𝐩𝐢𝐧 ◗

𐑺 ֗ Esta historia contiene breves escenas que pueden considerarse eróticas y/o lenguaje inapropiado.

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―Tengo que irme. ―Dije sentada al extremo izquierdo de la banca.

―Por favor, quédate un poco más. ―El chico tomó mis manos y me dio una mirada de súplica, tratando de convencerme de quedarme unos minutos más con él.

―Sabes que si no me voy ahora, mi papá vendrá a buscarme, y no queremos que nos vea así. ―El chico sostuvo con más fuerza mis manos.

―Sigo sin entender que problema tiene tu padre conmigo, no le he dado ninguna razón para que me aleje de ti. ―Solté un suspiro agobiada y ligeramente fastidiada.

―A él no le agrada que salga, y menos si es con un muchacho. Dice que sólo pierdo el tiempo que debería estar dedicando a mis estudios. ―El chico rió.

―Si supiera que gracias a mí han subido tus calificaciones. ―Le dediqué una pequeña sonrisa.

―Lo sabe, se dio cuenta, sólo que son sus ideas que ni yo misma entiendo. ―Ambos, en sincronía, mostramos una mueca.

―Entonces huye conmigo. ―Los ojos del pelinegro se iluminaron con ilusión.

―Koo, tenemos quince, no podemos mantenernos aún.

―Encontraremos la forma.

―Lo siento bonito, eres muy tierno, pero eso no va a pasar. ―Me levanté de la banca, planté un beso en la mejilla de mi contrario y me fui alejando lentamente provocando que nuestras manos unidas también lo hicieran poco a poco.

Antes de que nuestras manos se alejaran por completo, él me tomó de la muñeca para acercarme nuevamente a él, provocando que mi cuerpo de pie quedara entre sus piernas ligeramente abiertas. Formamos un beso juntando nuestros labios, Jungkook tuvo que levantar su cabeza y yo bajarla, pero aún así, la escena no perdió su romanticismo.
Nos separamos luego de varios segundos y yo tomé rumbo a mi casa, no sin antes despedirme.

𖦹

―¿Estás bien? ―Rodeó mis hombros con un solo brazo mientras mirabamos el ataúd del fallecido.

―No, necesito un abrazo. ―Rápidamente llevé mi cara para colocarla contra el pecho del más alto mientras abracé la cintura del mismo con mis dos brazos, a lo que él correspondió el abrazo.

―Yo siempre estaré para ti como él lo estuvo, aunque él no me quería cerca de ti. ―Eso provocó una ligera risa nostálgica en ambos.

―No lo dudo. ―Levanté mi cabeza para mirar los ojos del chico al que abrazaba. Mientras él, sin poder contenerse, dejó un piquito en mis labios rojizos.

―Él ya nos hubiera separado si nos hubiera visto así. ―Mencionó el más alto.

―En realidad, no le desagradabas. De hecho, hace un par de días me dijo que quería conocerte. Seguro no éramos tan discretos como creíamos. ―Otro par de lágrimas se desplazaron por mis mejillas hasta llegar a mi barbilla y finalmente caer en la camisa de mi novio.

―Me hubiera encantado charlar con él, aunque de seguro me hubiera atacado con tantas preguntas que no hubiera sabido responder. ―Mostré una pequeña sonrisa, imaginándo tal hipotético escenario.