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Si hay algo que me encanta es ver las estrellas, ellas no brillan cuando hay luz si no que lo hacen en la oscuridad. Cualquiera puede brillar cuando todo está bien pero no cualquiera lo hace cuando en su mundo no hay más que problemas y tristeza. Y tal vez suene extraño pero de cierta forma quisiera ser una estrella, no de esas personas que se hacen llamar como tal solo por ser famosos, si no ser única, brillar cuando no haya quien más lo haga y aunque digan que no se puede yo les demuestre que sí. Que se puede brillar a pesar de tener grietas, que se puede ser hermosa aunque la vida no lo sea contigo. Si me dijeran que pidiera un deseo sería ser como una estrella.

Pero hay algo más.

Ellas no están solas, tienen compañia y yo espero encontrar a mi compañera estrella.

Igual eso tendrá que esperar, ahora debo ir a estudiar. Como persona hay cosas que amo y odio —es más lo que odio— y si hay algo que en serio me disgusta es levantarme temprano. No entiendo la necesidad de ir a estudiar cuando tu cerebro sigue dormido ¿en qué piensan los profesores? Nunca lo entendí, pero así sigue siendo y seguirá siempre.

Luego de ducharme y arreglarme —cosa que consiste en solo tratar de tener el cabello decente— salgo de mi piso hacia la parada del transporte de la universidad. Al llegar me subo y sigo mi rutina, me siento en el último puesto donde no hay nadie y me coloco mis audífonos mientras ignoro a los demás.

Lo sé, soy un amor.

Cuando el bus para sé que ya he llegado así que me bajo y entro. A lo lejos puedo ver una figura muy familiar que se acerca a mi agitando los brazos de manera desenfrenada. Es mi amiga Dalila. Nos conocemos desde que empezamos a estudiar en la secundaria porque nos pusieron a realizar un trabajo juntas y ha sido muy linda nuestra amistad desde entonces.

—Holaa ¿como estás?.

—Mal, anoche no pude dormir ¿y tú?.

—Pues yo sí que estoy bien, la he pasado genial con Noah en la fiesta.

Dalila me invitó a la fiesta pero yo como siempre le dije que no quería ir y a final ella lo respetó, sabe que no me gusta salir y prefiero hacer mis tareas.

—Mmmm fuiste con el idio... con tu hermano.

Ella rodó los ojos y me miró seria. Bien, sabía que no le gustaba que llamara así a su hermano ¡pero no me caía bien!.

—Oye, sé que no te agrada pero al menos disimula un poco.

—Lo siento Lila, no volverá a pasar.

Todos sabemos que eso es mentira.

—Te perdono si me acompañas hoy a una fiesta.

—Ey eso es jugar sucio sabes que no voy a fiestas y menos si está el imbe... Ahh está bien— suspiré. No tenía más remedio, sabía que igual lograría convencerme.

Ella chilló de emoción y me abrazó muy fuerte. En serio MUY fuerte, tanto que casi me quedo sin aire, luego me soltó y fuimos a entrar a clases.

(❤️)

Ya era casi la hora en la que Dalila vendría por mí para ir a la fiesta y ni siquiera se de que es pero si no voy seguirá insistiendo. Me vestí sencilla y cómoda, llevaba puestos unos vaqueros con un top brillante y mis converse negras. No era lo mejor pero estaba cómoda y me sentía bien. No fue hasta las 9 de la noche que llegó Dalila en un coche que aunque traté de reconocer no pude.

¿Ahora que locura había hecho para conseguirlo?

Ignoré ese pensamiento porque si no jamás llegaríamos y bajé de mí casa, cuando me iba a subir tengo la grata sorpresa de ver a Noah en la parte del conductor. Antes me preguntaba porque estas cosas me pasaban a mi luego ya aprendí a ignorarlo y aceptar que la suerte no es lo mío. Abrí la puerta trasera y veo que está llena de gente y no hay espacio.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2022 ⏰

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