Scary Love

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Te conocí durante un momento muy oscuro de mi vida y te convertiste en algo que no quería perder nunca.

Silco suspira cansado mientras camina a su silla y se deja caer en un ruido sordo sobre esta. Atender a tantos quimobarones para acordar tratados y elevar su rango entre ellos se estaba convirtiendo en un dolor de cabeza. Su habilidad para manipular y controlar le ayudó bastante y ahora tenía el resto de la tarde libre para no preocuparse más de esa basura.

Sus ojos se alzan al techo buscando entre la oscuridad algún atisbo de color azul o una figura femenina que indique la presencia de alguien más, pero se encuentra solo. Aprovecha la privacidad que le ofrece su despacho y entre los documentos esparcidos de su escritorio saca un papel usado usualmente para redactar cartas.

El contenido está inconcluso, él mismo había empezado a escribir hace semanas y su destinatario es la chica peliazul que no ha venido en todo el día al estar ocupada en sus proyectos. Se queda media hora mirando el papel y no ha podido terminar el texto, así que lo esconde en un folder y lo mete entre otros apilados que nadie revisaría si aprecia su mísera existencia. Su migraña empeora con la impotencia de no tener avances. Sirve alcohol de una botella en un vaso de cristal y lo bebe de un trago antes de permitirse a sí mismo perderse en el pasado, más concretamente en la noche después de acoger a Jinx.

Su crecimiento fue un huracán de emociones y problemas, durante los primeros meses en que la niña vivió a su lado trató de no estar apegado a ella porque no quería encariñarse. El amor era una debilidad que necesitaba fuera de todos sus planes. Sin embargo, el poco tiempo que estuvo ayudándola con su duelo fue suficiente para hacerlo caer y tenerle más que simpatía, incluso si ella algunas veces metía la pata horriblemente.

Jinx llegaría a su despacho con la cara manchada de crayones, pólvora de alguna explosión mal realizada, algunos cortes y una expresión de cachorro arrepentido que estaba a punto de llorar mientras abrazaba su peluche de conejo y se disculpaba demasiado por ser inútil. Silco mantenía la calma lo más que podía, le acariciaba el cabello, arrodillándose y prometiendo encargarse del desastre. La hizo sentir mejor repitiendo que su potencial era enorme, le hizo saber que no era inútil y siempre mandó a alguien más a limpiar el caos de la niña mientras él le limpiaba el rostro con un pañuelo y atendía las heridas superficiales.

Otras veces las pesadillas eran demasiado para Jinx, despertaba en medio de la madrugada con la culpa sofocándola por las muertes de sus amigos y caminaba hasta donde estaba Silco para contarle lo que había soñado. Él permitió que se quedara en su habitación porque el aroma de sus sábanas brindaba el confort que Jinx necesitaba. Se sentaba en un sofá al lado esperando a que durmiera y entonces iba a descansar a otro cuarto por más incómodo que fuera.

La alimentación de Silco era un horror por sus horarios no fijos y por los alimentos chatarra que ingería, pero tuvo que implementar un horario más ordenado a su rutina y consultar al más culto en nutrición que podía encontrar en un lugar como Zaun para que le brindara información de una alimentación más saludable, todo porque Jinx se rehusaba a comer algo si él no comía también.

"Pareces una ramita como yo." Fue su explicación y aunque Silco se ofendió, no dijo nada.

Consideraba que hacía a medias el supuesto deber básico de un padre, pero no se sentía como uno y era mejor mantenerlo así.

No estaba dispuesto a terminar igual que el bastardo de Vander.

Los siguientes años le enseñó a Jinx lo que él había aprendido para sobrevivir; desde cómo escapar de otros maleantes usando todo tipo de escenarios posibles hasta cómo disparar correctamente y matar a un hombre con una daga. Sí, podría verse como cuestionable y terrible, pero también era todo lo que tenía a su alcance para educar a una niña. Solicitó un poco de la ayuda de Sevika en temas de mujeres que él desconocía completamente y no estableció límites físicos con la peliazul porque ella lo necesitaba.

Scary Love | Jilco [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora