❝𝐒𝐭𝐚𝐧𝐝 𝐛𝐲 𝐦𝐞❞...

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Sus traviesos dedos recorrían con tranquilidad el teclado, produciendo como resultado fraces en la pantalla frente a él, parrafos cortos, párrafos largos o simples oraciones, todas con sumo cariño, su corazón latiendo acelerado y con fuerza, sus mejillas ahora de un color escarlata hasta la punta de sus orejas, respetaba con con sumo cuidado cada regla gramatical, y dejaba que su corazón, tal vez su alma, todo de el, todo lo que sentía por él... se plasmará con sentimiento en esas letras, su respiración era pesada y se le hacia complicado el mirarse siquiera en el reflejo de la pantalla, su boca risueña a ratos lo estremecía al soltar risas, con la viva y nítida imagen de esos preciosos ojos rasgados en su mente, tan brillante y expresivos, no podía evitar el acomodarse nervioso en su silla, pasar con vergüenza una de sus manos por su caliente rostro, sintiendo sus mejillas arder, su embobada sonrisa y enamorada risa, parpadeaba repetidamente con el insistente pensamiento de que estaba viviendo un sueño, todo los años que se cargaba, sus vivencias y todo su orgullo de habían ido a la mierda y parecía haber vuelto a su adolescencia, escribiendo cartas empalagosas y enamoradisas, con su corazón latiendo descontrolado y el sentimiento al que muchos denominan amor arrazando y arañando con fuerza su pecho, con ganas de salir y comerse el mundo, de besar, de amar, de abrazar, con las incontrolables ganas de dejarse querer de... de solo el, solo de el...

Su lata de monster a medio acabar a un lado de su escritorio y el adormilado Lukas acostado en sus pies fueron los únicos testigos de un hombre enamorado, perdidamente rendido a los brazos de el amor y sus hipnotisantes encantos, no estaba seguro si algún extracto del líquido de la lata a un lado suyo le había quedado en el bigote o si eran los estragos de las altas horas de la noche o si tan solo eran los estragos que el amor dejaba en su cerebro haciéndolo sentir un olor dulce en el ambiente, sentirse flotar en nubes color rosa suave y sentirse rodeado por escarcha cada que lo ve.

Termina su carta y le da a imprimir, espera y luego de un rato ya puede tener la hoja color rosa palo entre sus dedos, la dobla con cuidado y la mete en un sobre color blanco que anteriormente había comprado, va a paso lento, no esta seguro de si es por los nervios o tal vez su subconsciente intentando saborear cada sentimiento, cada segundo, cada paso y cada sonrisa nerviosa, y así con las manos temblando, una mueca nerviosa pero risueña, con las emociones a flor de piel, ese empalagoso olor pisándole los talones, su cara caliente y enrojecida de la vergüenza y con los estragos del amor en su mente y cuerpo; termino por llegar a una caja, decorada de color beige, un lazo rosa claro y con una pequeña tarjetita atada al lazo donde había escrito "Para Reborn" , no era muy grande pero tampoco era pequeña, quito la tapa superior de la misma con delicadeza, aún con al carta entre sus dedos, dentro de ella había varias cosas, una switch aún en su paquete, un traje color azul marino perfectamente doblado y una figura de snake de aproximadamente 45cm; con cuidado coloco la carta sobre todo justo en medio deseando que fuese lo primero que viera al abrir la caja, sintiendo sus manos temblorosas por unos intantes y suspirando con alegría sabiendo que todo había quedado perfecto.

Pero... ¿En verdad crees que eso era todo...?

Luego de un respiro se recompuso, pasando una mano por su rostro y yendo a por la lata de monster afrutado a medio terminar que yacía solitaria a un lado de su escritorio, la tomó y le dio un corto trago manteniéndola consigo cuando salió de su hogar, entró en su coche para poner la misma lata en el porta-basos del vehículo, encendiendo el motor y arrancando, no estaba apurado, le quedaban varias horas, eran las 10 de la noche del 13 de febrero, estaba a tiempo de recogerlo así que sin prisas encendió el motor del auto y le dio arranque.

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De nuevo estaba en el coche, justo ahora era ese día, la misma pálida caja del día anterior lo acompañaba, una nueva lata de monster estaba en el porta-basos del vehículo y como cereza del pastel un minino de pelaje oscuro maullaba con dulzura en su trasportin color verde claro, su sonrisa ensanchada creando pequeños hoyuelos en su mejillas y con las famosas "mariposas" en el estómago revoloteando engreidas y alegres por todo su estómago, se mordía las uñas con nerviosismo y desespero, mientras miraba los minutos pasar, no podía quitarle la vista de encima al reloj y sentía que iba a colapsar de la impaciencia y el amor retenidos, sus manos hormigueaban sobre el volante causando que lo apreté con fuerza aveces, una canción romántica sonaba en la radio, la tarareba en un inútil y desganado intento de frenar sus nervios y emoción, era una de esas que el gustaban al trajeado, sabía quien la cantaba y podía diferenciar las oraciones gracias a que el de ojos rasgados se había empeñado en enseñarle lo básico del inglés, podia recordarla de memoria pues había ensayado la pronunciación con ayuda de esa canción; se sentía un tanto identificado con aquella canción que llego a cantarla en vos baja luego de un rato.