𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 | rubiusplay

𝐉𝐞𝐚𝐥𝐨𝐮𝐬𝐲

—¿Qué te sucede, Auroncito?, parece que quieres matar a alguien —dijo el castaño emo, viendo el rostro de su mejor amigo—. Tell me if it bothers you so much. (Cuéntame si te molesta mucho).

—Joder, Luzu, que no sé inglés... Es Rubius.

—¿Qué hizo Rabis ahora? —preguntó.

—Le está prestando demasiada atención al chico nuevo, ¡me cago en la puta!

—Oh! I see, are you jealous of Quackity? (Oh, ya veo, ¿estás celoso de Quackity?).

—¿Quién poronga es Quackity? —inquirió, pues era lo único que había entendido de todo lo que dijo el niño emo.

—Pues es el chico nuevo.

Eso molestó nuevamente al más bajo, quién odiaba que Rubén no le prestara atención, ¡es su novio, se supone que debe estar pendiente de él y no del nuevo!

El chico nuevo ni siquiera tenía nada de especial, pensó. Era mucho más bajo que él —incluso, más bajo que Alexby—, siempre tenía puesto un puto gorro y su humor también era fastidioso. Al menos, Raúl de vez en cuando decía cosas inteligentes. Eso se decía envuelto en los celos, la verdad es que no tenía derecho a decir nada de eso.

No ayudó cuando en clase, se presentó.

—Ho-Hola... Mi nombre es Alex —Auron volteó a ver a Alexby, quién parecía disgustado por eso. Joder, a él también le molestaría que llegara un tocayo. —Pero pueden decirme Quackity.

—¿Conoces a alguien de aquí? —inquirió la profesora.

—¡Conozco a Rubius! —afirmó, con Mangel, Auron, Alexby y Luzu volteándose para ver al mencionado, quién al sentir la mirada de Auron, decidió esquivarla. —Rubius y yo nos queremos mucho —afirmó.

Aquello hizo enojar mucho más a Raúl, quién se levantó de inmediato.

—Joven Álvarez, ¿qué ocurre?

—Voy al baño, me estoy meando.

No le importó azotar la puerta del salón cuando salió, dando pisotones que denotaban su enojo.

Mientras tanto, en el salón, Quackity se había sentado junto al noruego, quién tenía a un Mangel molesto.

—“Rubius y yo nos queremos mucho” —repitió—, ¿qué fue eso, macho? Auron es tu novio.

—Lo sé, Mangel, nos queremos mucho como amigos...

—¿Tienes novio, Rubius? —preguntó Quackity, viéndose nervioso y arrepentido.

—Si, es Auron... el chico que viste que se fue al baño.

—Estaba enojado...

—¡Lo siento mucho, Rubius! —se disculpó el menor—. ¡No sabía eso!

En ese momento, un chico de largo cabello rojo y ojos verdes, se acercó a él, con unos papeles.

—Mira, Rubius, si te atreves a engañar o lastimar a Auron, te voy a cortar los huevos, lo digo en serio —susurró, causándole escalofríos al oso. Luego volvió a poner una cara y voz alegres—. Toma, la maestra ya revisó tu tarea. Mi niña —se volvió hacia Mangel—, cuánto te quiero, toma, tu tarea también.

Mientras tanto, Auron estaba en el baño, tratando de no llorar. Dios, nuevamente se sentía inseguro e insuficiente. No quería que Rubius lo cambiara. ¿Lo cambió porque casi siempre estaba de mal humor y haciendo putadas? ¿O por su apariencia? Quizás Rubius quería salir con alguien más atractivo.