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Ulises se deslizó sobre la fría tela acolchada de la pared. No podía dejar de pensar en ese día. No podía dejar de pensar en lo que Paulina y Ramiro habían hecho, ni en el último recuerdo que le quedaba de Mariana.

Mariana, con sus gafas de sol, sonriendo en aquella azotea, en aquel horrible día.

Ulises se preguntaba cómo había pasado todo tan rápido: en un momento se encontraba él, Mariana, Paulina y Ramiro juntos, y al otro, Mariana caía 10 pisos abajo. 

La policía lo encontró como el único culpable, ¿y cómo no iban a hacerlo? si Ramiro y Paulina habían declarado que él fue quién empujó a la mujer. Que él, cegado por la avaricia, la había matado para quedarse con todo.

Ulises había terminado en una institución mental. Paulina, en una estación del tren, esperando uno que la llevara lejos, no importaba a dónde, y Ramiro, se había largado de viaje, libre, si culpas: aún cuando en el fondo de su retorcida mente, tampoco podía dejar de pensar en Ulises, aquel inocente que él y Paulina habían inculpado en un asesinato que no cometió. Un asesinato que llevó a cabo junto a Paulina.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2022 ⏰

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