El Reflejo de Annie

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Hola mis bellezas... Aquí pagando el reto que me pusieron Astrid y Alfonsina...  Fue difícil hacerlo, pues este personaje aún no lo trago...  Pero como buena niña aquí estoy pagando.  No me odien....ja ja ja 

OoOoOo

Recorrí con la mirada la imagen en el espejo, debía decir que me encontraba más hermosa que nunca.

Lograr llegar a este momento me ha costado, sin embargo, cada mínimo esfuerzo ha valido la pena.

Analizo mi vestido de novia, hoy por fin seré la señora de Archibal Cornwell. Unos de mis más anhelados sueños se convierte en realidad.   

Desde la primera vez que lo vi, desee ser la esposa que le acompañara el resto de su vida, no su amiga, sino como su mujer. 

Acaricio el velo que cubre mi rostro y el vestido blanco que muestran mi pureza en esta unión.  

Ja, sonrío de forma sarcástica al recordar todo lo que realicé para convencer a Archie que esto era lo mejor que podría sucedernos los dos. 

La estúpida de la tía buena nos hizo guerra, ya que a causa de la insípida de Elisa se enteró de mis orígenes y como imaginamos mis padres y yo, ella se opuso a nuestra relación.  Llevo mis dedos al lacio rizo que toca mi cara, supuestamente para mostrar mi inocencia. Y es en este momento que el reflejo que aparece en el espejo hace que mi vista se enfoque en la mujer que tanto envidié desde el principio. 

¡Candy!... 

En el hogar de Ponny siempre fue la preferida de todos, ella llamaba la atención con su carisma y forma de ser y me opacaba ante los demás. 

Nuestras tutoras le perdonaban todo y ella, la muy tonta, siempre se echaba las culpas por mis acciones. Con pocas lágrimas la convencía de que sufría sí ellas me castigaban.   

Ja ja ja Sonrío en mis adentros al recordar lo tonta que ha sido desde niña.  Siempre considerando a los demás primero, como si ellos pensaran en nosotros. Nos señalaban por ser huérfanas, por no tener padres de buena familia. 

Odie cada carta que me enviaba, las líneas donde expresaba su supuesto y sincero amor de hermana. Entonces la gota que derramó el vaso, fue aquel estúpido pedido de trabajo a mi padre.  

¿A quién se le ocurre que íbamos a aceptar una salvaje como ella cerca de mí? y que todos supieran de mis orígenes.

Escribí aquella carta esperando que con esta aprendiera y tomara su lugar: La huérfana del hogar de Pony que nadie quiso adoptar

¡Yo era una dama de sociedad, ella una huérfana más!

Francio el ceño al recordar lo desagradable que fue aquella vez que luego de mí adopción la volví a ver en la casa de los Lagan.

Ahí estaba con esa mirada feliz y yo deseaba que se abriera la tierra y la tragara.    Observé como Archie la admiraba.

Todos ellos la querían ¿y yo qué?

Pretendiendo ser la dama perfecta frente a la sociedad, ante mis nuevos padres, los Ardley y Lagan para que ella reapareciera y tirara todo a la basura.

Vuelvo de mis pensamientos al recordar aquello que guardo secretamente en mi cofre de joyas. Abro la caja y me agrada saber que por primera vez en muchos años yo tengo su futuro en mi poder. 

Mismo que casi pierdo el día que por desgracia la vi en el colegio. Maldije el destino, la suerte o lo que fuese que la llevaba a ese lugar. 

No obstante, lo peor fue ver como él, Archibal la miraba.

La idolatraba, el muy idiota babeaba cuando la tenía cerca. Intenté alejarme de ella, estar con aquellas que eran como yo, Elisa y su grupo. Sin embargo, esta movida significo que mi amor se alejara de mí.

Tragué hondo y dejando mi orgullo atrás hice las paces con ella logrando volver a estar en la mirada de Archibal. 

Había decidido comprometerlo cuando en mis tantos intentos, siempre era rechazada, y me dirigí a su habitación dispuesta a todo para lograr que fuese mío. Caminé sin que nadie me viese y al llegar a su puerta le escuché hablar con su hermano.

El mayor de mis miedos se hacía realidad.

Él estaba decidido a pedirle a Candy que fuese su novia.  ¿Y yo? ¿Dónde quedaba yo en su historia?  Escuché a Stear mencionar mi nombre y Archival simplemente decir que lo sentía por mí, pero ya su corazón estaba ocupado.  

Salí corriendo de aquel lugar sin rumbo fijo y con el alma destrozada. Fue en este momento en que la vi. Quise pegarle, gritarle que la odiaba con todo, sin embargo, fui más inteligente y le suplique que no me lo quitara. Le recordé que éramos hermanas y que sufriría mucho.  Hice que me prometiera que nunca lo aceptaría y así lo hizo. 

Subo mi vista y me fijo en que ella toca las flores que he elegido para buque de novia. Sé que en su mente piensa que nuca se casara y se lo tiene muy merecido.

La tonta dejó que le quitaran el hombre que amaba por otra más perspicaz y (lisiada.)   

¡Patética! 

Tan inteligente en algunas cosas y tan boba en otras....  

Acaricio mi anillo y vuelvo a ese día en que todos los ancianos de los Ardleys no accedían mi compromiso con Archibal y me fue necesario actuar más inteligente que ellos, al punto que no solamente aceptaron mi boda, (sino que tuvieron que adelantarla.) 

Toco mi vientre y recuerdo aquellas vacaciones en Lakewood. Mientras todos dormían fui a su recámara, entre como ladrón por la noche y dejando caer las últimas piezas de ropa, le demostré cuanto le amaba.

Él era mío y de nadie más.  

Hoy me convertiré en su esposa y próximo la madre de su hijo. Siempre ha sido mío y así lo será hasta la muerte. 

Vuelvo la vista al reflejo en el espejo, luzco como una reina.

Entonces la miro a ella triste, cabizbaja con muestras del deseo intenso de llorar. Candy lo ha esperado por más de un año luego de la muerte de la fulana aquella.

Creo que hoy a casi dos años ha perdido todas las ilusiones de tener una oportunidad con Terrence.  

Vuelvo la mirada al joyero y con mi dedo índice acaricio la última carta bajo la manga que he guardado por 3 meses. 

Tuve que hacerlo.

Sé que Archibal aún tiene sentimientos por ella, no obstante, hoy puedo decir que te he ganado Candice White Ardley. 

El tiempo pasa rápido cuando celebras.

Hace menos de 1 hora que soy oficialmente la señora Cornwell.  Estoy feliz. Satisfecha con la vida.  

Sonrío a mi esposo, sé que aún no me observa con la mirada que le daba a Candice, pero el tiempo hará que la olvide.

Toma mi mano y la besa y siento que hoy lo tengo todo.  Candy se dirige a mí y nuevamente me abraza y me desea miles bendiciones.  Me acerco a su oído y susurro aquello que sé cambiará su existencia.

Estoy en el mejor momento de mi vida, que no me importa que ella también este feliz. 

– Dentro de mi joyero hay una carta de Terry. –sus ojos se abren tratando de entender aquello que acabo de informarle y sin decir palabra alguna sale corriendo a la casa.   

Lo último que supe de ella es que ese día se había marchado a New York y de ahí a Inglaterra a buscarlo, ya que él se fue al no recibir su respuesta. 

Fin.   

PD: No hay epílogo.... Candy se fue a Stratford Upon Avon y se encontró con el amor de su vida y vivieron felices... Con 5 niños...  

Eso es todo amigos...  Astrid, no te debo.......!!!  Alfonsina me la cobraré con más narraciones....  Haré que me la paguen....

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2022 ⏰

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