El Pequeño Claro

☾︎𝑳𝒂 𝑺𝒐𝒍𝒆𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝐬☽︎

La luna iluminaba el pequeño claro. Las estrellas brillaban en lo alto, mientras los peces nadaban en lo profundo del agua.

Ella estaba allí, sentada en el pastizal verde, mirando el cielo con tal devoción. Un libro descansaba en su regazo, cerrado con una marca páginas para saber en qué parte se quedó.

Estaba sola, no había nadie más a su alrededor, solo ella, y su libro, ella y su imaginación. Ella y el dolor en su corazón.

La soledad la inundaba, le apretaba el pecho y no la dejaba respirar. No había nadie más allí afuera que la entendiera, no había nadie más que la escuchara, o que simplemente la abrazara, porque nadie entendía realmente, jamás la entenderían.

Así que se quedó allí, en el pequeño claro, donde solía leer, meterse en un mundo donde todo era real, menos lo ficticio, tocar cada página, sumergirte en un mundo nuevo lleno de aventuras, donde nadie juzgaba, y todos entendían.

Ella se sentó en el claro, con peces indiferentes a su presencia, y contemplo la luna en su máximo esplendor. Si esto fuera una fantasía, un hombre lobo rondaría por los pastizales. Si esto fuera un romance, alguien estaría a mi lado tomando mi mano. Si esto fuera una tragedia, el recuerdo de esa persona estaría en mi mente. Pensó. Pero no era así, era la cruel realidad.

Dejo a un lado el libro y abrazo las piernas contra su pecho, apoyo su cabeza en las rodillas, y contemplo el claro, que tenía una belleza tan sobrenatural, que calmaba todos sus pesares, que tragaba todas sus lágrimas, creciendo en el proceso.