Era todo lo que podía hacer, estaba en apuros y no encontraba una salida a mi angustia, la misma que provocó la salida de mi casa a toda prisa...
Mientras corría desolada recordando fragmentos de lo que había sucedido, entre lágrimas y prisa ida me sentía, en mi mente solo escuchaba su voz diciendome "¡no lo hagas!", pero fue demasiado tarde, solo pensaba en escapar y de repente...sentía que todo se desvanecía, solo sentía mi alma rota y pesada, cuando alcé la mirada lo vi ¡ahí estaba! Pero cómo era posible, el estaba muerto, yo lo vi morir.Llegó el día, el día más feliz de toda mi vida, me casaré con Lucas, de verdad me encontraba tan feliz. Todo era mutuo, viviríamos juntos y sería el mejor hogar, lleno de felicidad y prosperidad.
Luego de festejar la boda fuimos a nuestra nueva casa, todo estaba resuelto, era una vida perfecta. Trabajo perfecto, una linda casa, un lindo auto, el lugar perfecto para tener hijos y ser feliz el resto de nuestra vida.
Todo era perfecto, solo que, empecé a notar algo extraño, algo no estaba bien, ahora vivía angustiada y solo había pasado un mes después de nuestra boda. Decidí hablar con la terapeuta familiar.
- ¿Qué te trae por aquí de nuevo, Olivia? - dijo Ana, la terapeuta.
-Solo venía a platicar, mi vida antes de la boda era perfecta...creí que todo iba a ser perfecto, pero no puedo evitar sentir que algo va a pasar, siento una gran angustia, un presentimiento, no puedo dormir en las noches, me siento vigilada, pero no sé qué es lo que pasa.
-Pero ¿Vigilada por quién? ¿No insinúas que... o sí? - Preguntó Ana.
-No, para nada, no creo que Lucas sea capaz de... quiero decir, ni siquiera lo he pensado, él jamás, jamás me sentiría así por él. Más bien creo que es mi imaginación.
-¿Estás segura, Olivia? ¿no quieres hab...?
-No, mejor me voy, gracias por todo Ana - Interrumpí
Creo que Ana no me entendió, ¿cómo insinúa que Lucas me haría algo así? Tal vez es mi imaginación, ya se me pasará.
Pasaban los días y esta sensación no desaparecía, todas las noches pensaba que Lucas era cada vez más extraño, su perfume me mareaba cada que se acercaba a mí. La comida que me preparaba no me caía, pero no lo culpo, no es muy bueno cocinando.
Pasaban los días, las semanas y los meses; nada cambiaba, me seguía sintiendo terriblemente mal, sentía que en cualquier momento me apuñalarían por la espalda, pero ahora sí sospechaba de Lucas. Simplemente cualquier acción que hacía no me favorecía, me causaba conflicto, sentía que en cualquier momento se desharía de mí, todas las noches soñaba que alguien trataba de envenenarme y mi sueño terminaba cuando trataba de descubrir quién era la persona que lo hacía.
Vivía atemorizada, se notaba en mis ojeras, mi tez pálida, mis labios secos y en tan solo tres meses había perdido demasiado peso, simplemente ya no era yo y en mi apariencia se notaba. No podía seguir así.
Hoy era el cumpleaños de Lucas, creí que sería una buena oportunidad para poner las cartas sobre la mesa en la hora de la cena, no voy a permitir que se salga con la suya y me mate, evidentemente eso es lo que él planea, no es coincidencia todo lo que ha sucedido.
A la hora que él regresara de trabajar sería la oportunidad perfecta para enfrentarlo. Cuando llegó y terminamos de cenar fue momento de enfrentarlo, pero negó todo, me llamó loca y me pidió que me fuera de la casa, pero no se iba a quedar con mi hogar, no iba a permitir que me quitara mis sueños. Sentí una gran impotencia, un odio inmenso, solo quería acabar con él antes de que él acabara conmigo.
Tomé el florero que estaba en la mesa, y no lo pensé, se lo estrellé en la cabeza
-¡Olivia, no lo hagas! Me suplicaba ¡Detente! Imploraba.
-¡NO! Le grité.
Lo apuñalé.
Lo apuñalé siete veces.
Salí corriendo, era todo lo que podía hacer, estaba en apuros y no encontraba una salida a mi angustia, la misma que provocó la salida de mi casa a toda prisa. Mientras corría desolada recordando fragmentos de lo que había sucedido, entre lágrimas y prisa ida me sentía, en mi mente solo escuchaba su voz diciendo "¡no lo hagas!", pero fue demasiado tarde, solo pensaba en escapar y de repente...sentía que todo se desvanecía, solo sentía mi alma rota y pesada, cuando alcé la mirada lo vi, ¡ahí estaba!, pero cómo era posible, él estaba muerto, ¡yo lo vi morir!
Estaba ahí, era él, ¿cómo era posible?, yo lo maté.
Estaba tan ida que solo sentí como me esposaron y me subieron a una patrulla, no tenía recuerdos muy claros, pero ¿qué podía hacer?
Me encuentro en una habitación con... con la terapeuta?
-Olivia, ¿Has tomado tus medicamentos?
-¡No estoy loca!
-Tú sabes que tu abuelo y tu padre sufrían esquizofrenia, en tu diagnóstico claramente se te indican los medicamentos que tienes que tomar diario, no lo hiciste. Acepta las consecuencias.
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Incógnita
Short StoryOlivia y Lucas vivían un matrimonio perfecto, hasta que Olivia comienza a sentir una gran angustia y desesperación, todo cambia cuando ocurre un asesinato.