PRÓLOGO

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¡Júpiter!, ¡Júpiter Despierta! - Grito Anna, a la vez que me zarandeaba con cuidado.


Entreabrí los ojos y miré a mi alrededor, me encontraba en un ambiente desconocido, entonces decidí levantarme, pero unas cadenas de hierro me lo impidieron.

¡Dónde estoy!, ¡Qué me habéis hecho!, ¡Por qué estoy en un avión! - Grité a mi hermana que se encontraba a mi lado.


¿Te acuerdas de las amenazas que recibimos? - Asentí rápidamente. - Con papá hemos estado investigando sobre el asunto y descubrimos que tu novia Carolina está con ellos. Por seguridad hemos decidido mantenerte alejado de nosotros.


¡Se os ha ido la pinza!, ni Carolina está metida en asuntos turbios ni hay necesidad de encadenarme como un preso. - Entonces apareció él que era mi padre.


Estate tranquilo hijo mío, yo sé perfectamente que nunca harías nada en contra de la familia que te ama tanto. - Dijo mirando de reojo a Anna - Pero ya sabes yo soy un poco desconfiado y por seguridad prefiero que estés al margen de esta situación. - Añadió tranquilamente.


¡Estáis mal de la cabeza! No dices no sé qué del amor de la familia, pues yo a mis seres queridos no los encadeno ni dudo ellos. Pero sabes que, para mí nunca seréis mi familia, ahora entiendo por qué mi madre se quiso separar de ti en cuanto nací. Espero que en casa de tu nueva mujer seas muy feliz. Porque en cuanto salga de esta te juro que no voy a volver a verte más. - Grité con todas mis fuerzas.


Entonces note un pinchazo que atravesaba mi hombro, al cabo de unos segundos quedé completamente dormido, pero antes escuche una vocecilla proveniente de mi padre que decía: ''Debemos llegar en cuanto antes, necesitamos deshacernos de él, no nos conviene que sepa más de la cuenta''.

INCOMPRENDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora