Única parte

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Nuestros dedos se entrelazaron, mientras nuestros pies se movían lentamente por la pista de baile. Me tomaste de la cintura, yo me dedique a posar mi mano sobre tu hombro.

Me miraste con tanto amor que creí que moriría. Lo que parecía ser la melodía de una caja musical llegó a nuestros oídos, llenándolos de aquel dulce sonido.

Mi corazón bombeo acelerado al percatarme de la ligera sonrisa embozada en tus labios. La presión que hiciste contra mi mano hizo que los colores se me subieran al rostro, pronto sentí que me desmayaria de la emoción.

El baile siguió, el sonido de las campanas de la boda rezono en el salón. Sonreí de manera boba, recordando está era mi boda, nuestra boda.

A tu lado, Kiba-kun.

Perdón si mi rostro sonrojado ya es aburrido, pero en serio no puedo controlarme en este momento, el más importante de mi vida.

El agarre a mi cintura se hizo más fuerte, tomaste el mano en el baile y moviste mi cuerpo al lento ritmo de la melodia, el cual lentamente empezaba a aumentar.

Sin darme cuenta nos encontrábamos bailando rítmicamente en el salón de bodas. Mi vestido se movía en el aire, dejando a la vista solamente mis talones ante su gran largo y capas.

Reí al sentir como levantaste mi cuerpo en el aire, sonriéndome galante, mientras mecias mi cuerpo, ahora lentamente. Llevando tu vista a mis ojos, quedándote fijo en mis pupilas perladas.

Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho ante tu mirada, me reí en busca de no tener el rostro como un tomate. Me abalancé a ti, entre risas y sonrisas contentas.

Caímos al suelo helado, mi cabello cubrió mi rostro y no pude evitar soltar una carcajada por ello. Te mire mientras esperaba no te molestaras por mi imprudente acto y romper la atmósfera romántica que se había creado.

En lugar de fruncir el entrecejo tu también te reíste, para después besar mis mejillas, mientras sostenías mi rostro entre tus manos. Sonreí tímida, en serio eres el esposo perfecto.

"Anda, Hina, es hora de que digan los votos matrimoniales. "

La voz de mi prima Hanabi me saco de mi lluvia de pensamientos, asentí rápidamente como respuesta. Voltee hacia ti, moviendo el rostro diciendo con la mirada que ya era hora, tu volviste a besarme, está vez en los labios, y después tomaste mi mano para dirigirnos con los demás.

Ese día danzamos hacía nuestro amor.

Hacía nuestro prospero futuro juntos.

Esa vez baile una...Danza a tu corazón.

Danza a tu corazón

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Danza a tu corazón [Kibahina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora