¿Una guerra entre robots? Quizás todo empezó como un malentendido pero eso ya no le interesa a nadie, lo que importa es ganar.
Autobots contra Decepticons, así son las cosas, y no importa a quien debas herir o acabar a sangre fría, lo que importa es...
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Cybertron, después de una rebelión que azotó al planeta...todavía habían consecuencias de ello, aún habían bandos que no aceptaban que la rebelión había terminado, a pesar de que Megatron se había impuesto como gobernante del planeta habían muchos que no aceptaban sus órdenes, a pesar de que Optimus Prime, su hermano menor, apoyaba las decisiones de este.
Había mucha inseguridad en el planeta pues muchos amenazaban a Megatron con destronarle del poder, las amenazas no eran sólo para el, si no que iban dirigidas también a su Conjux, Floree.
El mandato de Megatron no era como el esperaba, esperaba que teniendo la matriz de su lado pudiese gobernar con facilidad, era un milagro que solo hubiese aparecido cuando este y Floree contrajeron matrimonio, quizás era por que eran algún tipo de descendientes o reencarnaciones de los primes originales, no lo sabía con exactitud.
Lo único que el sabía era que su liderazgo no iba como el deseaba, esperaba tener algún descendiente que continuara con su mandato si es que el o Floree perdian su chispa, pero la rebelión había azotado todo Cybertron, lo había dejado al borde de ser un páramo estéril, si no fuese por la matriz, Kaon y Iacon serían partes sin vida.
Megatron se rompía la cabeza buscando la manera de tener a un heredero, simplemente no encontraba la forma de hacerlo.
Un día mientras paseaba por los pasillos de su fortaleza, ubicada en Kaon; pasó por un pasillo oscuro, pudo notar un brillo celeste en una esquina, rodó los ojos y sacó sus cañones de mano, se acercó a paso lento y cuando llegó al sitio alzó una cresta óptica, lo que brillaba era un D-Pad.
La pequeña Sparkling se preparaba ajustando la calidad de sus audífonos y que su teclado inteligente estuviese perfecto, buscaba alguna abolladura en su pintura o alguna parte sin pulir.
-Caelee, sal pronto, sabes que a el no le gusta esperar -esa dulce voz resonó en el pasillo
-¡Un minuto más! -ella exclamó mientras hacía una mueca y bajaba el volumen de los audífonos a una frecuencia más agradable
- ¡C-235! ¡Sal en este instante! -La voz del Mech resonó en el pasillo
Megatron nunca había sido conocido por ser alguien con dulzura y amor para dar, pero era tolerable, excepto que era muy desesperado.
- ¡Que ya voy! -Y ese carácter se lo había heredado a su descendiente, Caelee Prime, los ópticos de la sparkling se volvieron de un tono rojo y ella trató de calmar su pulso
Mientras más calmada se encontraba ese rojo pasaba a un tono morado y un poco después a un tono azul cian.
Dio un último toque a sus audífonos y salió de la habitación mientras repasaba mentalmente el discurso que su padre le había hecho aprender hace algunos días.
Ella estaba emocionada, después de todo desde que tiene conciencia de su existir sus creadores no la dejaban salir de la fortaleza, ¿la razón? Según ellos era peligroso.
Según sus propias palabras -"Es una amenaza el mundo fuera de la fortaleza, si quieres algún día reinar debes pensar con la cabeza fría" - Blah, Blah, patrañas
Caelee cerró el video que se reproducía desde su pantalla holografica de su antebrazo izquierdo, si algo le pasaba a su brazo izquierdo ella no sabría que hacer, ahí se almacenaba toda su memoria y recuerdos gracias a que servía de D-Pad, era como un respaldo de su procesador.
-Caelee, si sigues así no tendremos más opción que castigarte mimimi -Ella trataba de dar una imitación de Megatron- y no quieres ver como son mis castigos
- Y debes esforzarte más con esa interpretación, mi voz no suena así -la voz del decepticon sonó a un lado de la Sparkling que solo giró lentamente hacía el
-Ay...hola...pa' -ella forzó una sonrisa mientras que su creador la miraba de forma impotente pero sin enfado real en sus ópticos
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