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Siempre a tu lado


... el sonido del vidrio rompiéndose la erizo por completo; pero aun así no se atrevió a mirar al responsable, sus ojos seguían en los pedazos de cristal que alguna vez formó la copa de vino, con la cual se encontraba brindado su ahora ex soltería.

El primer y único pensamiento fue que los tragos le estaban jugando una mala pasada, no se le ocurría nada más.

—¡Estoy vivo, Judith! —dijo Miguel entre risas, que distorsionaban su rostro.

Escuchar su voz termino por desestabilizarla y confirmarle que todo era real, el cuerpo le temblaba demasiado que no le daba la opción de poder huir.

—¡Estoy y estaré por siempre a tu lado, Judith! —gritó mientras se acercaba a ella con los brazos extendidos.

El toque de sus manos contra su cuerpo, la destrozo en vida. Los ojos se le nublaron y las lágrimas amenazaron con salir lo más pronto posible.

Sintió que se mecía en el abrazo.

—Siempre a tu lado, Judith, no lo olvides... —susurro contra su oreja — ...siempre.

Esa palabra termino de proclamar su infierno, del cual esta vez capaz no podría volver a escapar.


Un tal vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora