Capítulo único

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Desde niños, para Atsushi, había algo que diferenciaba a su compañero Akutagawa del resto.

Y eso, básicamente, era...

—Jinko—pronunció el pequeño niño de cabello negro con puntas blancas mirándolo fijamente.

Ese apodo con que lo llamaba.

No sabía si era un insulto o lo decía como de cariño, pero Akutagawa era el único que lo llamaba así, no sabía porqué. Y lo raro era que nunca había escuchado a Akutagawa decir otra palabra que no fuera "Jinko".

Atsushi suspiró viendo a Akutagawa, pero no le dio tanta importancia y prosiguió con su labor de pintar una jirafa.

Akutagawa siguió de pie a su lado, viéndolo dibujar, en silencio, quieto como una estatua, y atento como un perro obediente a las órdenes de su dueño.

Atsushi ya estaba comenzando a normalizar ese comportamiento de Akitagawa y el hecho de que él lo seguía casi a todos lados.

Pues eso, a Atsushi, no le molestaba.

———

No es como si con el pasar, se pudiera decir que la relación entre Nakajima y Akutagawa mejoró o empeoró. De hecho, permaneció igual.

Ryūnosuke seguía o acompañaba a Atsushi durante la escuela. Y cuando Atsushi lo miraba, él solo soltaba un "Jinko" y hacía que Atsushi se quedara sin palabras y decidiera solo seguir caminando.

Seguía sin saber con que propósito o porqué motivos era llamado así.

Desde el kinder lo llama así y aún ahora que tienen dieciséis años, no ha logrado comprender ese raro apodo.

Hombre tigre.

¿Será que lo ve como alguien feroz como un tigre? Siendo honestos, él  no es para nada feroz, más bien es como un gato amigable.

¿Será por sus colmillos que se parecen a los de un tigre? Atsushi, olvidando que Akutagawa lo estaba viendo, abrió la boca y tocó sus propios colmillos, queriendo verificar si tienen similitud a los de un tigre. No obstante, cuando sintió una mirada confundida de su compañero, sacó su mano de su propia boca y se sintió avergonzado.

Mientras seguía pensando—y ahora también cargando con un poco de vergüenza—, escuchó el llamado de un profesor, aunque no iba dirigido a él precisamente, sino hacia su compañero.

El profesor estaba llamando a Akutagawa, pidiéndole de paso que le ayude a trasladar un par de cosas desde la biblioteca hasta el aula de clases. Akutagawa solo asintió, miró por unos segundos a Atsushi y simplemente siguió a su profesor.

Por otro lado, Atsushi sólo se quedó quieto. Dudando de si debía esperar ahí a su compañero o irse a otro lugar considerando que él lo alcanzaría luego.

Debatió mentalmente hasta que cierta presencia recién llegada se hizo notar.

—¡Atsushi-kun!—sonrió Dazai amablemente colocando una mano en su hombro, causando que Atsushi se tense por lo repentino— Que bueno verte... ¿Chuuya anda por aquí?

—¿Nakahara-san? No, no lo he visto...

—¡Maravilloso! Porque me venía persiguiendo para matarme, y no me apetece morir a manos de un enano—rió Dazai con aires de travesura. Pero al notar la mirada distraída de Atsushi, decidió indagar un poco en la vida de su amigo—. ¿Y Akutagawa-kun?

—¿Akutagawa? Bueno, él fue a ayudar a un profesor...—respondió señalando la dirección por la que se había marchado.

—Mmm, ya veo...—murmuró Dazai dándole solo un pequeño vistazo a esa dirección— Y... todavía te llama Jinko, ¿verdad?

—Nunca ha dejado de hacerlo en realidad—respondió Atsushi fijando su vista en su superior que aparentemente sabía algo, se notaba en la sonrisa que no salía de su rostro—. Dazai-san, ¿por qué Akutagawa me llama así?

Dazai puso una mano en su cabeza despreocupadamente y con picardía decidió dejar en descubierto a Akutagawa—Realmente es porque le interesas, Atsushi-kun. Aunque el apodo lo aporté yo.

—Pero... ¿eh?

—¿Recuerdas que yo solía acompañar a Akutagawa a su casa? Bueno, él siempre hablaba de ti.

Atsushi frunció el ceño confundido, ¿Akutagawa hablando de él? Eso sí se le hizo extraño, principalmente porque nunca había escuchado pronunciar a Akutagawa más de tres palabras seguidas.

—¿En serio?

—Sí, y recuerdo que un día que les andaban pintando las caritas, a ti te hicieron un tigre y andabas jugando a ser un tigre.

Las mejillas de Atsushi se pusieron rojas recordando esa ocasion—Sí, y yo andaba diciendo que quería ser un tigre.

—Exacto, de ahí recuerdo que yo dije la palabra "Jinko" refiriéndome a ti y pues él empezó a repetirla y comenzó a llamarte así—contó Dazai—. Como querías ser un tigre, él comenzó a llamarte "Hombre tigre".

Ante lo dicho por Dazai, el apodo Jinko cobró sentido para Atsushi, nunca hubiera adivinado que el motivo por el que Akutagawa lo llamaba así era tan tierno. Se conmovió bastante.

El albino miró a su superior.

—Dazai-san...

—En verdad le interesas, Atsushi-kun, y lo digo en un sentido particular, tal vez deberías invitarlo a-

—¡¡DAZAI IDIOTA!!

Apenas se escuchó tal grito, Dazai echó a correr sin siquiera despedirse del albino, temiendo que Chuuya, quien había aparecido dispuesto a matarlo, lo alcanzara.

Atsushi decidió no interferir y solo vio como su superior huía de su otro superior, hasta que estos desaparecieron de su vista.

Suspiró. Esos dos realmente no cambiaban...

Nakajima iba a comenzar a caminar pensando en volver a casa, más chocó con alguien, resultando este ser Akutagawa.

—Jinko...—murmuró Ryūnosuke. El aludido lo miró, y recordando las palabras de Dazai, le sonrió amigablemente, había sido conmovido.

—Akutagawa... ¿quieres ir a tomar algo?—propuso Atsushi, pensando en darle una oportunidad a Akutagawa. E intentar, así resulte un poco incómodo por lo cortante que es su compañero, en cambiar su relación.

Primero intentaría una amistad con él. Y ya luego si ha de surgir algo más entre ellos, surgirá.

Jinko (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora