Es domingo, el domingo previo a iniciar mi nueva vida; bueno lo exageré en realidad es un nuevo comienzo. Una nueva etapa en vida. Termine hace más de un mes la secundaria, tenía todo listo para mañana, el gran día. Como una ñoña prepare los útiles escolares, mi outfit súper combinado y sobre todo visualicé el como quería que la gente me viera.
Con esta visualización me dispuse a dormir, para ser honesta no pude conciliar el sueño; soñó mi despertador en punto de las 5:00am y me dispuse a desayunar, ponerme bonita e irme a la prepa.
Llego el día, no lo podía creer. Un lunes que cambio mi vida, que hasta el momento no lo sabía. Llegue temprano para ubicar mi salón y tomar el mejor asiento de la clase, así fue. Todo transcurría en Perfecto balance; como lo había imaginado hasta que me topé con él, con aquel ser tan miserable y fantástico a la vez. (Más delante comprenderán porque esta descripción). Fue un error, caminando por los pasillos choqué accidentalmente con él, nada más pasó, ni una disculpa, mucho menos una escena de película donde se tiran los libros y él en caballero blanco los recoge. Nada de esa mierda paso... no al menos ese día.
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