Amor instantaneo

Capitulo 2

Llegó el día, hoy por fin me voy de viaje. Me iba a Cantabria (Corconte) es un campamento básicamente.
Me había despertado más pronto que nunca por los nervios, eran las 6:30 de la mañana, normalmente me despierto a las siete o 7:15.

Pero bueno me puse un chandal, para ir cómoda en el viaje porque son seis horas, un tostón.

Me fui a desayunar y me puse la televisión para ver algo mientras desayuno. Eran las 7:15 justo cuando me tenía que levantar supuestamente.

Escribí a Carla y le dije que si podía salir un poco más pronto de su casa-vamos siempre juntas por la mañana al instituto-.

-Claro, ¿estás como yo no?, es normal bueno pues quedamos a y media, ¿te parece bien?-Contestó.

A lo que dije que sí, Así que me metí una barra de cereales y una bolsa de patatas que tenía por ahí en la mochila para el viaje y entra en el baño para lavarme la cara, los dientes y peinarme.

Cuando me encontré con ella en la rotonda de siempre fuimos caminando del instituto, las dos llegamos con las maletas rodando por la calle. Hacía un día estupendo, corría el fresco y los pájaros piando.

Llegamos a la entrada de Linz ti y no sentamos en un banco para que pase el tiempo.

Iban a ser las ocho ya, nosotros entramos a y 10. Empezaron a venir gente, vinieron Dani Y Emma.

Estábamos en el patio del instituto porque los profesores nos habían mandado allí para esperar hasta que viniese el autobús.  Allí nos habíamos reunido todos los cursos primero, segundo y tercero de la eso. Nosotras somos de segundo. La verdad de nuestro curso eran los que más íbamos, pero mejor para nosotros.

Cuándo nos avisaron para movernos porque teníamos que ir yendo ya para la parada de autobús, y me empezó a latir el corazón a toda velocidad por los nervios de estar lejos de mi familia y de pasarlo tan bien.

Nos montamos en el autobús, estamos todas sentadas en el final porque eran los mejores sitios la verdad, nos dejaron utilizar el móvil así que para nosotras genial, lo que echaba de menos en las excursiones eran los viajes.

Pasaron dos horas y ya estaba reventada la verdad que quería llegar ya. Nos dijeron que íbamos a parar para descansar un poco por lo tanto nos alegramos.

-Quiero llegar ya-le dije a todas, porque además de las cuatro que éramos siempre, estaban más amigas mías.

-Yo también, encima quiero ir con todas vosotras en la cabaña- dijo Katie, las cabañas es el sitio donde pasamos el resto de tiempo para dormir, ducharnos, etc.

En nuestro grupo había una que nos caía muy mal porque se metía en todo lo que hablábamos, y por culpa de ella no podíamos estar todas juntas , porque solo se pueden de ocho y nosotras éramos nueve por la chica y ella no quería irse con otras.

-A ver tú te puedes ir yendo con otras-solté porque ya me estaba enfadando.

-Pero yo no me voy a quedar sola, yo también quiero ir con vosotras no es justo-dijo y nosotras llamamos a la profe para decirle que si no se podía hacer de nueve para que se callase.

La profesora nos dijo que no se podía hacer de nueve, y nos dijo que si no nos poníamos de acuerdo nosotras lo haría ella, yo me enfade mucho por la niña.

-Joder tío es que por tu culpa no vamos a poder estar juntos-le dijo Emma a Marie.

Porfin paramos, era un restaurante de estos de parada, la verdad que era un sitio tranquilo habían máquinas expendedoras así que mis amigas y yo fuimos a coger algo. Yo me cogí una Monster y una bolsa de conos.

Cuando nos dimos cuenta que Marie no estaba a nuestro lado así que para aprovechar fuimos a decirle a los profesores que vamos juntas, excluyendo a Marie.

-Profe, ya hemos decidido y vamos a ir nosotras en una cabaña y nos ha dicho Marie que ya se buscará a otras con quien ir-dijo Carla-y pues eso que vamos juntas.

Escuchamos una voz que nos irritaba-yo no he dicho nada de que vaya ir con otras - nos interrumpe Marie -así que profe no van juntas solo que te han mentido.

Parece ser que la profesora estuvo un poco cansada de nosotras y dijo-ya que nos ponéis de acuerdo elegiré yo los grupos, a la venga disfrutar.

Nos entró una rabia por Marie que me daban ganas de arrancarle de los pelos.

Terminó el descanso y otra vez nos subimos en el autobús, nos quedaban otras dos horas y media con lo cual yo abrí lo que me compré y me lo tomé enfadado por lo que acababa de ocurrir.