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"Got me thinkin'Pull it out of park, put it in driveI can feel your heart beatin' with mineUnderneath the stars lookin' for a signGlowing in the dark 'til the sun shinesMade it pretty far on the first tryMight've set the bar a little too highStart...

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"Got me thinkin'
Pull it out of park, put it in drive
I can feel your heart beatin' with mine
Underneath the stars lookin' for a sign
Glowing in the dark 'til the sun shines
Made it pretty far on the first try
Might've set the bar a little too high
Started with a spark, now we're on fire
Started with a spark
Ooh, baby
You take me on a ride
Gonna drive me crazy"
-

Stargazing - the neighbourhood.

(2/3)

- Usemos esto! - tras intentos fallidos de abrir la puerta los zombies empezaron a subir hasta donde ellos se encontraban siguiendo el sonido de los golpes proporcionados por dae-su, por lo cual era demasiado obvio que no podrían contra todos.

Por lo cual onjo arrojó una especie de "carpa" azul sobre los zombies haciendo que estos quedarán atrapados debajo mientras suhyeok y cheong-san golpeaban a los que lograran cruzarla.

No contaban con que gwi-nam siguiera vivo ni mucho menos que aún quisiera matar a cheong-san.

El contacto visual entre los 2 antes nombrados fue interrumpido gracias a los zombies que empezaban a subir.

- Ahora me las vas a pagar imbecil - dijo para luego intentar aplastarle uno de sus ojos con su dedo pulgar ocasionando un forcejeo entre ambos donde se terminó metiendo Nam-ra ahorcando a gwi-nam.

- ¿Por qué no te moriste? - acto seguido tiro del castaño sobre la carpa azul reteniendo a los demás zombies.

Nam-ra tenía el ojo rojo y las venas de la mitad de su rostro se habían marcado de colores notorios mientras observaba su mano como si no supiera que poseía tal fuerza.

Momento que fue interrumpido por Misuk tomándola del brazo para llevarla a la azotea pues ya habían logrado abrir la puerta.

Lastimosamente para ese entonces el helicoptero ya se estaba yendo y no lograron verlos ni escucharlos a pesar de sus gritos y saltos.

Minutos después se pusieron a buscar objetos llamativos con que marcar SOS en el suelo y así ser más fácil buscar ayuda.

Misuk por su parte fue hasta una de las esquinas bastante alejada de los demás para sentarse en una de los taburetes altos que habían entre los escombros y poder concentrarse en sus pensamientos.

¿Que demonios voy a hacer? La pregunta que daba vueltas y más vueltas por su cabeza.

Había pasado la mayor parte de su vida deseando morir, pero en ese momento, lo único que quería hacer era vivir.

Vivir para formar una historia de amor junto a Nam-ra (si es que era posible) donde son una pareja feliz que tienen un gato y hacen galletitas juntas por las tardes, vivir para volver a ver a su madre, vivir para poder cumplir las promesas que había hecho junto a Akira. Por qué si, ya daba por hecho que esta también se había convertido a pesar de no querer admitirlo pues si lo hacía rompería en llanto.

Quería vivir para rehacer su vida como una persona nueva, sin medicamentos, doctores, psicólogos, cigarrillos y ganas de morir.

Tampoco quería morir de esa manera tan miserable, una simple mordida que termina por haciéndote perder el uso de razón, sin reconocer a nadie y atacando por instinto. Sin importar si es una madre de familia o tu propia madre la que te ha puesto como prioridad toda tu vida.

En momentos como estos su cuerpo anémico necesitaba comida y dormir, por otro lado su salud mental necesitaba sus antidepresivos y su adicción pedía a gritos un cigarrillo.

Era inevitable fumar y mucho menos en situaciones como estas que el estrés está a cada segundo sobre sus hombros.

Se agachó a la altura de su mochila en el suelo de donde sacó un cigarrillo y lo encendió para acto seguido darle una calada sin importarle si alguien la estaba viendo.

No tenía ni idea de qué hora era, debido a la posición del sol diría que eran cerca de las 5 pm pero no tenía nada que se lo asegurara.

Pensamientos e impulsos interrumpidos por Nam-ra quién llegó por sus espaldas.

- ¿No te molesta compartirme de tu cigarro? - preguntó mientras seguía a sus espaldas.

- No te preocupes, toma.

Caladas intercaladas, ni una sola palabra pero miradas que lo decían todo.

Ambas tenían miedo.

Para Misuk esto era un jodido cliché de pelicula que se estaba repitiendo, sería exactamente igual a la noche donde revelaron sus sentimientos en el estudio de grabación si no fuera porque en ese momento era de día y estaban todos despiertos.

Un jodido cliché al cual quería ponerle pausa y quedarse el resto de su vida ahí, con Nam-ra pidiéndole un cigarrillo como excusa para poder entablar una conversación, porque sabía que en cualquier momento se podía ir todo a la mierda y eso era lo que la tenía tan jodidamente asustada.

Por su lado Nam-ra ya sabía que no era un humano, pero tampoco era un zombie. Si los encontraban probablemente los del estado la someterian a estudios científicos como si una rata de laboratorio se tratara y no veria nunca más a Misuk.

No veria sus oyuelos que se forman con cada palabra que sus labios pronuncian, no veria sus ojos alargados como si fueran de gato, no veria sus pecas a lo largo de todo su rostro que normalmente cubria con maquillaje pero debido a las circunstancias ahora estaban al aire libre, sus labios, joder, nunca los había probado pero estaba segura de que sabían como se veian. Perfectos.

- ¿Crees que soy un mounstro? - rompió el silencio.

- ¿Por qué me preguntas eso?

- ¿Crees que soy un mounstro? - volvió a repetir la pregunta como si la castaña no la hubiera oído.

- No, claro que no - se apresuró a responder antes de hacer una pequeña pausa - ¿Por que lo dices?

- No soy un humano.

- Pero tampoco un mounstro, estas bien.

Misuk se odiaba por sentir como sus párpados se iban haciendo cada vez más pesados y estaba cayendo poco a poco dormida mientras se supone que debería estarle poniendo el 100% de su atención a la chica que le gusta.

Nam-ra estaba enternecida, la chica frente a ella luchaba consigo misma para seguir despierta mientras fruncia el sueño, soltaba leves gruñidos y cabeceaba haciendo que cuando se diera cuenta de lo que estaba haciendo sacudiera su cabeza intentando borrar cualquier tipo de cansancio que tenía.

Y en ese momento las palabras quedaron atascadas en su garganta, no porque se hubiera arrepentido, todo lo contrario.

Si no que sentía las miradas de algunos de sus compañeros en su nuca y su acompañante ya había caído rendida apoyada sobre el borde de la azotea.

Creo no, estoy segura que me gustas y más de lo que me gustaría admitir.

14 palabras que nunca logro decir, y que Misuk nunca llegó a escuchar.

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𝗔𝗹𝗹 𝗢𝗳 𝗨𝘀 𝗔𝗿𝗲 𝗗𝗲𝗮𝗱 | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘕𝘢𝘮-𝘳𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora