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Jay Park, un estudiante de último año perteneciente a la facultad de artes y conocido por todos como el mejor pintor de toda la universidad. El joven se encontraba en la sala de exhibición del museo, estaba dando un paseo por aquel lugar ya que había finalizado sus trabajos y proyectos así teniendo suficiente tiempo libre para hacer algo productivo hasta que comenzará su siguiente clase que seria en dos horas.

Recorriendo los pasillos del museo a paso lento y cuidadoso se dedicó a observar las obras que yacían en la gran pared de color gris. Estas traídas desde Francia e Inglaterra teniendo un toque rústico y natural que provocaba cierta tranquilidad en el azabache, el joven estaba sumamente impresionado con la técnica que tenía cada lienzo, ya que cada uno mostraba los lugares más significativos de los países mencionados plasmados de una manera única, sin embargo toda su atención se vio interrumpida por cierto castaño que bien conocía.

- Whao! es impresionante la manera en la quisieron interpretar aquellos lugares que por cierto son cautivadores,¿No es así Jay? -preguntó el castaño en cuanto estuvo cerca del más alto.

- Totalmente de acuerdo Sun, simplemente laa palabras sobran para describir estas obras - comentó el más alto con una sonrisa en su rostro.

- Por cierto, ¿que haces aquí Sun? se supone que deberías de estar en clases - dijo con algo de preocupación ya que el más bajo solía faltar frecuentemente.

- Bueno, hoy las clases se cancelaron -dijo el más bajo recibiendo un ujum poco convincente como respuesta por parte del contrario.

- No estoy mintiendo te lo juro, hasta lo publicaron en el grupo - sacó su teléfono mostrando la evidencia para así ver la cara relajada y sin preocupación del mayor.

- En efecto, tú no tienes clases y yo no tengo nada que hacer dentro de dos horas así que ... ¿te agradaría la idea de ir por una bebida a la cafetería Sun? -preguntó el mayor.

- Por supuesto jayjay -dijo emocionado dándole una muy bella sonrisa al contrario.

Ambos se dirigían rumbo a la cafetería mientras charlaban sobre el cómo fue su día y también escuchando las quejas que tenía el menor hacía su maestra de literatura, la cual les había dejado escribir un ensayo sobre el amor y lo quería a más tardar en dos semanas, parecía una tarea difícil pero no imposible para Sunoo.

Kim Seonwoo, uno de los estudiantes destacados dentro de la facultad de literatura era sin duda alguien demasiado importante para Jay. Desde que se conocieron en aquella reunión que hicieron ambas facultades se sintieron en la necesidad de conocer más acerca del otro y por ello fue que continuaron con su linda amistad que hasta el día de hoy perdura. Si algo hay que aclarar es que el menor desde que conoció a Jay sintió una fuerte conexión con el azabache y se prometió a sí mismo lograr hacerlo feliz y apoyarlo en todo.

En cuanto a Jay, él no estaba tan interesado en enamorarse. Aunque recibiera varías cartas y declaraciones por parte de sus compañeros de su facultad o de otra, nadie había logrado llamar la atención del mayor hasta que conoció a Sunoo. Con quién también había sentido esa pequeña conexión pero no lo admitiría por temor al rechazo o el perder su amistad que con mucho esfuerzo lograron tener.

Después de un largo rato caminando fue que llegaron a la cafetería. Jay se encargo de ir por las bebidas y Sunoo de buscar una buena mesa. Pasaron 15 minutos y Jay se encontraba con el pedido en manos dirigiéndose a la mesa.

En cuanto se sentó le pasó la bebida al menor y con una de sus manos sacudió el suave y sedoso cabello del castaño, provocando un leve sonrojo en este.

Luego de esta acción comenzaron a platicar sobre lo que planeaban hacer en sus vacaciones, las cuales comenzarían dentro de cuatro semanas.

- ¿Te han dicho lo bonito que te ves sonriendo jayjay? -dijo el menor sin despejar su vista del contrario.

- Suelo escucharlo pero no le tomo tanta importancia o al menos cuando me lo dices tú - confesó el azabache provocando otro sonrojo en el contrario haciendo que este desviará su mirada, posando está en la figura masculina que se aproximaba a ellos, una que recordaba muy bien y a la perfección.

Simplemente Jake. Su mejor amigo desde la infancia, ambos parecían uña y mugre ya que ante cualquier situación ahí estaba el otro para apoyarlo y animarlo, por lo cual Sunoo y Jake dependían del otro y si en algún momento su amistad desvaneciera entrarían en una depresión infernal.

En cuanto llegó saludo amablemente al mayor y se sentó a lado de Sunoo para así abrazarlo y decirle lo mucho que extrañaba compartir clases con él.

Luego de una amena charla entre los tres, el menor se dio cuenta de la hora y con cierta preocupación se despidió de su mayor el cual amablemente ofreció en acompañarlos, sin esperar más tiempo los tres salieron de la cafetería u se dirigieron rumbo al salón de idiomas donde el menor y Jake tomarían la clase juntos.

Al llegar al salón Jake se dispuso a buscar un asiento doble apartando con su mochila el asiento de Sunoo, por lo cual Jay al ver esa acción decidió despedirse del menor pero antes de que pudiera avanzar algo o mejor dicho alguien lo detuvo.

- Espera jayjay no te vayas, no sin antes darte algo. -antes de que el contrario pudiera decir algo el menor se había ido dejándolo solo en la puerta.

- Dame tu mano Jay, aquí tienes. -el mencionado hizo caso y extendió su mano como pidió el menor, el suave toque de una hoja de papel se sentía en la palma del mayor, el cual vio enternecido al castaño y lo abrazó.

- Sunsun, gracias. - se separaron del abrazo y el mayor volvió a sacudir el cabello de Sunoo ya que era demasiado adictivo además de que era muy suave y bonito.

- No es nada, ahora si me tengo que ir jayjay. -se despidió del azabache y entró al salón tomando lugar a lado de Jake.

Jay por el otro lado decidió ir a la banca más cercana para así poder leer con suma atención lo que contenía aquel papel, que estaba muy decorado y detallado.

Cuando por fin encontró una banca se sentó, se acomodó y antes de abrir la carta volvió a observar lo colorida y detallada envoltura que contenía la carta, no agunto más así que abrió la carta y comenzó a leer lo que Sunoo había escrito solo para él.

" Querido Jay:

Es demasiado lindo verte sumamente concentrado en las obras que trae la escuela al museo. Me fascina ver cómo das lo mejor de ti a la hora de pintar algo ya que todo lo que creas es hermoso justo como lo eres tú. No importa cuantos artistas existan en el mundo siempre serás aquel que llame mi atención por completo y aquel que logre cautivarme con su forma de pintar ya que es inigualable y no se compara con ningúna otra.

Me gusta demasido tu sonrisa jayjay por favor no dejes de sonreir, ya que lo creas o no alegra mi día.

Con cariño: sunsun <3 "

Después de leer aquellas palabras una sonrisa inesperada apareció en la cara del azabache, este se sonrojo levemente ya que el recibir cumplidos por parte del menor provocaba una sensación de felicidad y calidez en él.

Se quedó sentado mirando la carta, sonriendo como bobo por varios minutos, al darse cuenta abandonó aquel lugar y se dirigió al salón asignado en espera de la clase. Con mucho cuidado guardo la carta dentro de su portafolio especial de dibujos en donde tenia guardado ya varias cosas que el menor le había obsequiado.

En espera de su siguiente clase decidió dormir un poco para retomar energías, ya que se había desvelado intentando avanzar un poco en su obra que seria mostrada en el museo escolar.

"Así fue como el lienzo en blanco del mayor comenzó a tomar un poco de color. El color que sería el cimiento de una nueva obra de arte dentro de Jay"









[💭]

Hola!

Nueva historia, espero que sea de su agrado ^^

Sin más disfruten de la lectura.

₍ᐢ⑅ᐢ₎ |luhonnie

˚ᴘᴜʀᴇʟʏ ᴀʀᴛ˚ 🖇️ ᨳᴊᴀʏɴᴏᴏಌDonde viven las historias. Descúbrelo ahora