LA JAULA DE LOS SUEÑOS
No sé si he descasado lo suficiente, siento que cada vez que despierto un agotamiento se apodera de mi ser, dejándome sin ganas de nada. Debo moverme y salir de la cama, vamos Emilia, uno dos tres cuatro, muévete! Esto no está resultando, siento un letargo demasiado grande, son las 6: 25, vamos, debo levantarme para ir a trabajar, hazlo, hazlo, sí, al fin mi cuerpo reacciona, me siento en la cama, he de admitir que esto ocurre todos los días, y he de ser sincera, siento como que en cualquier momento no seré capaz de despertar ni salir de la cama, pero bueno, aquí vamos una vez más, mis alumnos me esperan y no puedo fallar.
Otra vez tienes los ojos llenos de ojeras, ¿estás segura que te acuestas temprano? Es como si te desvelaras apropósito.
-Nada de eso, lo más tarde que me acuesto son las 11 de la noche, pero una vez que coloca la cabeza sobre la almohada no despierto hasta el otro día, lo que no me explico es por qué mi rostro se ve tan demacrado, siendo que si estoy durmiendo las horas correctas.
-quizás tienes preocupaciones Emilia, dicen que las personas a veces duermen, pero las preocupaciones que tiene no las dejan tener un buen descanso.
-No es mi caso, estoy segura que duermo bien y no tengo nada por qué preocuparme, o por lo menos por ahora.
Muy bien, no se olviden de entregar el trabajo la próxima clase, el que no lo haga tendrá una nota baja, así que les recomiendo que todos lo hagan a la fecha que les indico, y eso es todo por hoy, pueden retirarse.
-Qué pasa, te veo inquieta.
-No es nada Samuel, solo que a veces me dan ganas de tomarme un descanso.
-Pero si hace solo un mes iniciamos el año, supongo que descansaste suficiente en el verano.
-Sí, pero no es lo que quiero decir, es solo que siento que mi cuerpo no me acompaña como quisiera, tal vez sea algo psicológico.
-Conozco a un buen psicólogo, si quieres te doy su información y lo llamas.
-Si en el colegio se enteran que voy al psicólogo no crees que me mirarán feo, o quizás piensen que no soy buena influencia para sus alumnos.
-Tranqui, ellos solo pueden quejarse si haces mal tu trabajo, pero eres una de las mejores profesoras que tiene este colegio así que nada dirán.
-Gracias, te debo una por esto.
-Invítame a comer algo uno de estos días, hace rato que no salimos juntos.
-Vale , vale, lo haré, solo deja que me organicé y te aviso.
Un psicólogo no suena tan mal, quizás sea eso, tal vez si necesito un poco de ayuda, siento que algo me pasa, pero no sé qué es, a lo mejor todo está en mi cabeza y esta persona me puede ayudar. Sergio Grenet.