❝ Bailando con el Karma ❞ | Xiao

╰🌹▹ 𝕴ntroducción

   𝕳abía una vez un niño nacido en el seno de la Real familia Ragnvindr, gobernantes de Mondstadt. El séptimo hijo entre seis hermanas mayores y heredero al trono se llamó Laurent, un niño bendecido por el Arconte Anemo como un regalo hacia los reyes que tan bien cuidaban de su preciada nación.

   "Permanecerás por siempre puro, Laurent, serás inocente para que puedas reinar de forma justa y mantendrás la paz en Mondstadt. Serás un monarca benevolente como ningún otro".

   El niño creció rodeado de amor, criado en una burbuja en la que todo era perfecto: las traiciones, las mentiras, la violencia y las peleas no existían en su mundo, pues él no conocía nada de eso. Creía que el mundo fuera de su burbuja era igual de perfecto y veía sólo lo mejor de los demás, razón por la cual no tenía miedo de absolutamente nada y se escabullía sin reparos del castillo para salir a jugar a la ciudad.

   Cuando alcanzó la adolescencia y su belleza llegó al inicio de su mayor esplendor fue que apareció ese joven albino, un forastero de Snezhnaya. Lo primero que ese hombre, Nikolai, vio cuando llegó fue a un chico de largo cabello rubio sentado en el borde de una fuente; Laurent enroscaba y desenroscaba de forma coqueta un mechón dorado en su dedo mientras hablaba con una sonrisa sutil, bajando los párpados de forma sugerente como si quisiera provocar a las personas a su alrededor que lo escuchaban atentamente.

   Allí, fue cuando comenzó la peligrosa obsesión de Nikolai.

   Entre acercamientos coquetos e intimaciones en callejones oscuros fue que el príncipe cayó en las redes de ese forastero: sintiendo el aliento caliente del contrario sobre su boca sin que este llegara a besarlo, los labios rozando la piel de los hombros desnudos hasta posarse en el costado de su cuello, las caricias indebidas que en su inocencia no lograba comprender... No había nada que Laurent pudiera hacer más que enamorarse perdidamente, volviéndose dependiente de su toque y su cariño como un cachorro en busca de aprobación de su dueño.

   "Si me amas como dices, Lau, huye conmigo."

   Fue una mañana lluviosa en la que los lacayos del castillo se encontraron con el lecho vacío del príncipe. Sin que él mismo se diera cuenta, Laurent fue secuestrado.

   Con mentiras endulzadas y caricias vacías el forastero se llevó al príncipe a Liyue, la ciudad de los contratos, donde se asentarían en una hacienda alejada allí donde nadie pudiera reconocerlo. Lo que creía que era un acto de amor, una propuesta para estar juntos por siempre, no era más que una enorme mentira para llevárselo lejos y abusar de él como quisiera.

   Pero sintió su aura, el Yaksha guardián, quien protege Liyue desde las sombras. La maldad putrefacta que contrastaba con la bondad pura llamaron su atención y se decidió entonces a eliminar una, para preservar la otra. Pero, oh, cuando Xiao vio al joven príncipe...

   El egoísmo de su propia alma corrupta lo llevó a hacerlo. Él nunca quiso lastimarlo, mas ese corazón inocente debía ser suyo.

   Al final, los impuros nunca obtienen salvación.