Prólogo

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Con el pasar de los días mi mente estaba en otras ocupaciones, quizás no eran distintas pero tampoco lo habitual. Sin embargo ninguna de esas cosas lograba distraerme por completo.

Lo conocí una noche, en una pequeña ciudad de Alabama. No era como creí que conocería a la persona que marcaría mi vida de una manera hermosa y a su vez dolorosa.

Dolorosamente bella.

Tal vez no fue ninguna chispa, o cosquilleo, o tal vez algún brillo.... Era simple, porque no era nada, absolutamente nada. Sin embargo, si no me hubiese atrapado de aquella manera, hubiese afirmado con seguridad estas palabras. Pero él lo hizo. Y me quedé. Porque pensé que tal vez podría encenderme, sin embargo, también, en el proceso, había un inmenso vidrio entre los dos y no podía hacer nada para romperlo, porque éramos horribles constantes de apagones con ganas de extinguirnos. 

Just breathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora