XXII

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- Oye.

-¿Hmm?

- ¿Cuándo fue que comencé a gustarte? - Preguntó Tae.

El castaño lo meditó un momento.
Sus dedos se deslizaba entre los suaves cabellos del peliazul, quien recostado sobre el pasto del campus lo miraba por debajo de las pestañas.

- No estoy seguro. Se podría decir que fue un amor a primera vista. - Reflexionó con semblante serio. - Fue ese día, cuando te guíe a tu salón. Te veías tan... expresivo. - Aseguró, dándole una dulce sonrisa.

- ¿Estas bromeando? - Yoongi negó. - ¡Yo también me quedé embobado contigo ese día! Te veías tan serio y genial. Quería hablarte pero me ponías muy nervioso.

- Creo que todo hubiese funcionado desde el principio si no fuera por mi.

- ¿De qué hablas? Tú lo hiciste posible. - Dijo Tae con cariño, entrelazando su mano con la del castaño. - Aún no entiendo una cosa.

- ¿Qué es?

- ¿Cómo es que me viste actuar? Ese día tenías tu juego.

- Me escapé. - Soltó sin más.

- ¡Cómo el líder pudo escaparse! - Dijo con sorpresa.

- No fue fácil, además me gané una sanción y me vigilaban desde entonces, fue por eso que le pedí a Jungkook que dejara algunas cartas por mi. - Explicó.

- Ya veo, es por eso que hubo tantos mal entendidos. ¿Y qué me dices de la rara forma de actuar de JK ese día en el restaurante de pollo?

- Él sólo quería saber si sus cartas podrían funcionar. Pensaba que si tus sentimientos podían cambiar a pesar de que ya te gustaba alguien, él también tendría éxito con Jimin. Y yo dejé que se sentara junto a ti por que quería saber si tú aún sentías algo. Llegué a la conclusión de que no, pero fue por que nunca te gustó en realidad.

- Y ¿Por qué dijiste que aún no estabas listo para verme?

- Yo, tengo una condición llamada alexitimia. Desde niño, me costaba expresar e identificar emociones. He estado en varios tratamientos y nada había funcionado, hasta que comencé a escribir canciones. Mi rostro no reflejaba nada, pero con papel y lápiz era capaz de plasmar todo lo que sentía. Y cuando te vi, pude leerte casi como un libro. No tuve que esforzarme por tratar de entenderte, sabía con verte que estabas feliz o triste. Y yo por primera vez identifique una emoción mía. Fue entonces que comencé a escribirte cartas. Al principio estaba bien con eso, pero después me pareció que no era suficiente, quería hablar contigo, pero temía que me creyeras antipático, así que he ido a terapia, tuve grandes avances y esperaba mejorar aún más antes de proponer vernos. 

Tae se incorporó y se sentó sobre el regazo del castaño, quedando de frente.

- Me gustas tal y como eres. Y jamás pensé que fueras antipático. - Cruzó sus brazos detrás de la nuca de Yoongi y depositó varios besos pequeños en sus labios y mejillas.

Yoongi rodeó la cintura de su, ahora novio, en busca de profundizar el beso.

- Vallan a un hotel. - Se quejó una voz.

Tae se apartó de un salto, rodando por el pasto.

- ¡Jimin! - Soltó el peliazul con vergüenza.

El rubio reía divertido y a su lado Jungkook también lo hacía.

Un amor a letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora