Avady
Sangre.
Sangre en el suelo, en los muebles, las sábanas, la alfombra, mi ropa, mis manos.
Había sido un … No, no podía ser eso.
Limpié todo hasta que no quedó ni un rastro de ese líquido azulado. Recordaba los ruidos, los pasos, los suspiros, los gritos.
Seguramente eran alucinaciones porque eso era imposible, los Nu … No, el portal está cerrado. Lo cerramos entre todos, con ayuda de los Xylan. Son considerados casi dioses, tienen tanto poder que los niños en los colegios no paran de hablar de ellos, quieren parecerse a ellos.
Es imposible que la categoría más alta pueda ser superada.
Seguro que esto era solo un sueño del que no me acordaría en unos minutos.
Mierda, no era un sueño. No había visto ese pequeño rastro de sangre debajo de la silla.
No estoy segura de si debería reunir a los Xylan y a mi grupo de nuevo.
A lo mejor no es para tanto.
Mentira, han vuelto. No lo puedo dejar pasar. Prometimos volvernos a juntar si algo de esto pasaba, por muy distanciados que estuviéramos. Esto ya no era solo por nuestro bien.
Alize
Ring, ring …
¿Aghh, quién se atreve a despertarme? Son las diez y media de la mañana, es demasiado pronto para atender llamadas. No se puede ni dormir tranquila.
¿Si? – Respondo como puedo sin siquiera mirar quién es.
Silencio.
Mhh, ¿Alize? – No puede ser.
No, no es ella ni de broma.
¿Y si es?
¿ Alize? Oh no, me habré equivocado de núm… - dice casi susurrando.
¿Avady? – Pregunto sin saber muy bien qué esperar.
Oh … ho- hola. – Vaya, no se esperaba que fuera a contestar.
Hola, ¿ocurre algo? – Digo preocupada pero como si tuviera prisa.
No, bueno si. Mhh creo que… no mejor no. ¿ Podríamos vernos en persona? Cuando antes mejor, es urgente.
Eso no me lo esperaba.
Claro, estoy libre hoy. ¿ En unas tres horas te va bien? ¿En mi casa? – Ahora tengo intriga, mucha intriga.
Si, perfecto. – Por su tono parece hasta sorprendida por esta situación.
¡Nos vemos! – Me despido rápidamente y corto la llamada.
Joder, ha sido inesperado, rápido y raro.
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Ding dong, ding…
Corro a abrir la puerta, esquivando a un ser anaranjado con pequeños cuernos y ojos morados, al que podríamos referirnos como mascota.
Wow, cuanto tiempo. No has cambiado mucho – Me impresiono ¿Madre mía antes era así de atractiva?
No puedo decir lo mismo – Dice entre risas.
¡Entra, entra! – Digo apresuradamente - ¿ Quieres tomar algo? Tengo zumo de uva, café, té y … mhh vino. – Comento recalcando la última palabra.
¡Vino! 100 % - Me asegura.
Vaya, la noticia debe ser fuerte entonces. – Me asombro.
Eso creo – Contesta.
Nos dirigimos al comedor con una capa de vino blanco cada una. Dejo la botella en la mesa porque intuyo que va a hacer falta.
por mi nariz ni por mi boca.
Ve directa al grano – Pido, porque estoy desesperada.
Han vuelto, los Nukari han vuelto. – Suelta cautelosamente y sin dejar de mirarme para ver mi reacción pero yo ya no puedo pensar con claridad.
Mi corazón late precipitadamente, mis oídos pitan, mis ojos buscan ayuda mirando a cualquier lugar y mi cuerpo tiembla sin control. Como si yo no pudiera mandar sobre mi.
De mis ojos salen chorros de agua mientras me ahogo, no puedo respirar, no entra aire ni
En algún momento puedo sentir lejanamente una especie de eco, Avady llamándome.
Creo que intenta tranquilizarme, pero no puedo.
Tengo miedo, mucho miedo.
Avady me va hablando, no entiendo que dice pero su voz hace que me vaya relajando poco a poco.
Me va diciendo frases que me suenan lejanas pero a medida que me voy calmando y voy dejando de llorar y temblar las entiendo.
Intenta concentrarte en respirar, estoy aquí, vas muy bien. Estoy orgullosa de ti.
Puedo percibir el miedo, la preocupación y la desesperación en su voz. Cuando me he relajado por casi completo, me abraza rápidamente.
Ahí, es cuando ella empieza a llorar. Supongo que se lo estaba aguantando, cuando se separa nos quedamos en silencio. No es para nada incomodo, le agradezco que haya estado conmigo.
Le doy la mano para ayudarla a levantarse de la alfombra ( que es donde hemos acabado a causa de mi ataque de pánico) y le paso su copa de vino.
La invito a quedarse para comer y así pasar el día juntas, porque sinceramente no me apetece quedarme sola y sinceramente, no creo que ella se quiera ir ahora.
Nos terminamos la botella de vino entre las dos y pido comida a domicilio mientras ella se pone uno de mis pijamas. Le queda adorable, no es justo que a ella le quede mejor que a mi.
Cuando llega la comida , hacemos una carrera para llegar a la puerta, donde obviamente gano yo aunque ella me diera un empujón. Tramposa.
Devoramos los makis y el sushi mientras hablamos de todo lo que nos hemos perdido en este tiempo.
Me cuenta que vive en un pueblo cerca del mío, que ha retomado las clases de baile y algunas cosas sobre su familia y amigos. Yo le explico que dejé de tocar el piano cuando murió mi hermana y que mis padres y yo ya no tenemos mucho contacto. Me felicitan por mi cumpleaños y yo a ellos pero poco más.
Y finalmente el tema de los amigos. Qué decir de ellos, no tengo muchos. Solo un par pero al menos no son como los anteriores.
Quedamos de vez en cuando para ir a merendar o cualquier cosa por el estilo, me caen bien, son muy majos. No tengo el número de los Xylan desde que me cambié de móvil, aunque no sé si seguiriamos hablando.
Pasamos el la tarde viendo películas de Marvel y por la noche se queda a dormir, era un poco raro eso de volver a estar juntas.
Aún me pregunto porqué de todos los Xylan me ha llamado a mi.
Como sea.
