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Si en algún momento me preguntas como me siento me podría tardar hasta un milenio en simplemente decir una palabra de las miles que me gustaría decir. Pensar es tan fácil puesto a que nadie puede ver en nuestra consciencia, pero en el momento en el que queremos decir lo que pensamos la bica se nos cierra y sentimos que alguien nos esta tapando la boca o que no tenemos el mínimo derecho de poder expresar eso que tanto anhelamos, el poder desahogarnos.
A veces ese alguien que nos tapa las posibilidades de comunicar nuestros pensamientos es la tristeza, el miedo, el rechazo, y asi hay un gran etcétera, no depende de uno mismo si no de lo que sentimos.
Cada noche puedo sentir como ese alguien que me cubre la boca me suelta y me da la posibilidad de expresarme aunque nadie sea testigo del dolor, a pesar de que nadie me vea se podría decir que disfruto de ese sentimiento tan liberador que es el ver el reloj y notar que ya es hora de que pueda dejar de callarme, poder gritar, llorar y expresarme hasta que la garganta se me desgaste. Quisiera que la gente pudiera notar mi dolor pero ese alguien esta tan aferrado a mi que nunca quiere soltarme, en parte me siento alagado puesto a que siento que alguien me quiere tanto asi que no puede despegarse de mi. Por otra parte es cierto que lo odio, por no dejarme ser yo y que por su culpa la luz de la luna sea el único testigo de todas mis lagrimas. No entiendo si lo quiero o lo odio.