Capitulo 12

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—Gracias por acompañarme

—Está bien no es nada —Mencioné con una sonrisa afuera de la puerta de su casa, había pasado una semana desde que  éramos novios, todo transcurría tranquilamente, según ella Edwhard dejó de asistir a clases durante esos días pues no lo había encontrado, en cuanto a mi estaba completamente hipnotizado por la chica de ojos azules que se encontraba frente a mi, misma que se apartaba a un lado sonriendo cálidamente—

—¿Quisieras pasar? —Preguntó amablemente, pero yo solo me preguntaba si sería una buena idea o no, habíamos acordado no contarle de lo nuestro aún a su hermano y eso incluía a su familia— Está bien a esta hora no hay nadie en casa —Agregó como si hubiese adivinado mis pensamientos o es que quizás me ví muy dudoso—

—Entonces acepto tu invitación —crucé la puerta observando alrededor, era verdad no había nadie, aunque no pude evitar pensar si acaso no se sentiría sola en esta casa tan grande, quizás por eso evitaba estar aquí en las tardes pero hoy era de mañana, no sobrepasaban las 11.00 a.m—

—Sube a mi habitación, podríamos ver una película llevaré unos bocadillos —dijo haciendo que centrara totalmente mi atención en ella—

—¿No quieres que te ayude? —pregunté—

—No, está bien puedo sola —Afirmó a lo cuál acentí—

—Te esperaré en tu habitación entonces, creo que aún recuerdo cuál es —Sonreí juguetón recordando nuestra pelea cuando la perseguí por las escaleras camino arriba, aunque cuando di el primer paso... —Espera —Pronunció en seguida, quizás también recordó algo—

—¿Sucede algo? —cuestioné—

—Si, Bueno... —Dijo desviando la mirada a un lado un tanto dudosa—

—Está bien, puedes decir o preguntar lo que quieras —Concentré mi total atención en ella e volvió a verme directamente a los ojos—

—Es sobre Dante, ¿El sabía lo que pasó entre Edwhard y Pars?

—Oh... —Pronuncié tratando de encontrar una respuesta, no podría asegurarlo aunque tenía mis sospechas de que sí era así— Eso no lo sé, supongo que solo él tiene le respuesta —Dije encogiéndome de hombros, pues sabía que si era cierto eso significaría que su amistad para con ella había sido falsa por mucho tiempo al no decirle algo tan importante—

—Está bien, ya lo sabré después —Suspiró un poco triste y en ese momento no lo pensé dos veces para acercarme a ella y depositar un beso en su frente tomando sus manos con ternura. —No te preocupes, ahora estoy contigo —le dije sonriéndole cálidamente, a lo cuál ella también sonrió entrelazando sus dedos con los míos, se puso de puntillas y me dejó un beso sobre los labios antes de soltar nuestras manos—

—Estoy muy feliz de que sea así —Exclamó mientras sus ojos brillaban de conmovida y yo solo me preguntaba de donde seguia saliendo día a día la preocupación por querer protegerla—

Se alejó de mí llendo a la cocina seguramente, mientras yo empezaba a subir las escaleras de la casa, algunas sirvientas limpiaban pero mi presencia parecía no importarles, así que solo caminé hasta llegar a la habitación de Bra, al estar allí me quedé observando a las paredes tenían un color rosa y sus muebles eran de color blanco, yacía allí un escritorio con varios cuadernos de notas y libros, sobre la cama lo suficientemente grande sábanas blancas, almohadas del mismo color y un libro que reposaba sobre la cama con un separador de color morado, lo tomé e abrí, sentandome en la cama empezando a leerlo, pasé un par de páginas frunciendo un poco el cejo y unos momentos después apareció Bra por la puerta con un recipiente rojo lleno de palomitas, me observó extrañada y luego se sentó en la cama quitándose las zapatillas—

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