2 meses.
Hace dos meses había salido de ese hospital, pero no hay ningún rastro de Saihara. Por lo que me dijieron tardaría un tiempo ahí, cada minuto es un hora para mi, hace mucho tiempo no me sentía así Saihara me acompañaba cada que podía. El apartamento se siente vacío sin el, sin sus malas bromas o experiencias de trabajo. Pero aun tengo a Kaede y Rantaro que me vienen a visitar los Domingos o Sábados, eso es algo ¿no?
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Silencio. En ese pequeño apartamento era lo unico que se podía observar, un joven de 23 años de edad acostado en su cama navegando en sus pensamientos, no le encontraba lógica a nada. ¿Como acabo en ese hospital?
No les creía, a nadie sin importar sus amigos. Había algo detras, pero aunque tratase de recordar algo antes de acabar así no podía su cerebro no era capaz. Sabia que algo estaba mal desde ese día pero no pensó que era algo tan relevante hasta ahora. Estaba decidido, hiba a descubrir todo por su cuenta, desde como acabo en un hospital hasta la desaparición de Saihara Shuichi.
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-¡Mierda! No hay nada por aquí! A este paso no podre aclarar mis malditas dudas.-Interrupiendo a nuestro queridisimo Ouma tocaron las puertas, no era sábado para que viniera Kaede o Rantaro, tampoco había pedido algo o a alguien para compañía, asi que... ¿Quien era? Decidió abrir la puerta-
-Buenas tardes, disculpe la interrupción, Kokichi Ouma ¿No es así?
-Sí, ¿Necesita algo?
-Entrega de carta de Saihara Shuichi - una carta, solo eso era. ¿Que podía contener?
