Cómo SÍ Conquistar A Tu Crush || CYJ&CSB

Única Parte

✨ Dedicado a alwaystaeguk ✨

Choi Soobin mantenía un promedio perfecto de noventa y ocho puntos en todos sus años de preparatoria, también contaba con varios trofeos de los decatlones académicos donde obtuvo —como era de esperarse— una puntuación perfecta, además de tener su hermoso nombre encabezando la lista de mejores estudiantes en el hermoso cuadro de honor de la escuela.

A todas estas, Choi Soobin era un genio.

Pero entre todas esas cualidades con las cuales destacaba, había una sola cosa en la que era malo: coquetear.

Y eso lo descubrió una tarde de domingo en la que acompañó a Beomgyu a una nueva cafetería cercana a su casa, él estaba muy empeñado en tomarse fotos con las alas que estaban pintadas en la pared, y pues Soobin solo quiso complacerlo, sin embargo, jamás imaginó que iban a ser atendidos por un mismísimo ángel que rápidamente llamó su atención y ocasionó que sus niveles de dopamina, testosterona y estupidez aumentaran sobremanera hasta hacerlo lucir como un tonto, ya que, cuando ese mismo chico le preguntó qué quería ordenar mientras le sonreía de esa manera que aceleraba su corazón y calentaba sus mejillas, cometió la gran tontería de olvidar sus años de educación y solo balbuceó palabras sin sentido que lo hicieron reír con disimulo, por supuesto, Beomgyu no fue tan amable y se burló tanto que a Soobin no le quedó de otra que retirarse del lugar.

No volvió a ir por un par de semanas, pero no por vergüenza sino porque estaba muy ocupado planeando la manera ideal de acercarse a ese lindo mesero con cabellos rosados y sonrisa hermosa, y al cual ya había stalkeado en las redes sociales de la cafetería hasta dar con la suya personal.

Sabía todo sobre él, o bueno, lo suficiente, como su nombre, edad, la universidad a la que iba a asistir en otoño, que su perro salchicha se llamaba Agente Salt como la película de Angelina Jolie, que vivía en el mismo distrito, y, la mejor parte, ¡estaba soltero y sin compromiso! Joder, olvídenlo, sí sabía todo sobre él.

Y con eso bastaba.

Le tomó un par de días leer y ver varias películas de romance —leyó Rojo, Blanco y Sangre Azul porque, vamos, es una joya del romance gay, y también se vio A Él No Le Gustas, que no sabía para qué diablos le iba a servir, pero la excepción de la regla le pareció muy congruente— y ya luego esperó a que se hiciera domingo para ir a ver a Choi Yeonjun y poner su tan elaborado plan en marcha.

Iba a conquistar a su crush antes del final de las vacaciones. Esa era su meta.

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Comportarse encantadoramente y no morir en el intento

Cuando llegó a la cafetería, se dio cuenta de que el lugar estaba casi vacío, faltaba poco para que el reloj diera las 4 p. m, el verano estaba en todo su apogeo y hacía mucho calor como para salir de casa a menos que fuera estrictamente necesario. Se sentó en la misma mesa y vio que Choi Yeonjun salió de la puerta que suponía que daba a la cocina y comenzó a acomodarse su delantal mientras que hablaba con su otro compañero que ya estaba recogiendo sus cosas para irse.

Soobin sonrió para sus adentros. También acertó su hora de entrada, Dios, estaba tan orgulloso de haber calculado a la perfección ese detalle luego de revisar el Instagram del local y notar que Yeonjun solo aparecía en las fotos que tomaban los fines de semana y que publicaban después de las 4 p. m.

Que alguien le diga que espiar de esa manera a una persona es ilegal, por favor.

Tomando una bocanada de aire, Soobin se acomodó el último botón de su camisa perfectamente planchada y pensó en sacar su celular solo para hablar con Beomgyu y darse un aspecto más casual, pero no quería leer sus quejas por no llevarlo. Esto era algo que debía hacer solo, porque, en caso de fracasar, no tendría a quien se burlara de sus ideas de conquistar a ese sexy mesero que se le acercaba tranquilamente con esa endemoniada sonrisa. Soobin tuvo que luchar con todas sus fuerzas para no suspirar como doncella enamorada.